Los tres secretos del riego de praderas y como no fracasar en su intento

Los tres secretos del riego de praderas y como no fracasar en su intento

El riego es una tecnología exigente en los detalles pero que recompensa muy bien si tomamos en cuenta todos los detalles. Este comienzo de temporada fue bastante intenso, en donde noviembre y diciembre, se caracterizaron por la alta demanda evaporimétrica y las pocas precipitaciones, situación que se ha morigerado en las primeras semanas del 2022.

Podemos estar tentados, pero no debemos bajar la guardia sobre lo que de lo que nos espera para el resto de la estación de verano, los pronósticos siguen apuntando a un verano subnormal en lluvias y temperaturas sobre normales. Por lo anterior para lograr un buen desempeño forrajero en praderas de alta producción debemos analizar algunos puntos que son imprescindibles para cumplir este objetivo.

 

  1. Ocuparnos para no preocuparnos

Durante el tiempo previo a la temporada debemos comprobar la buena condición de los equipos, aspersores, bombas, etc, para minimizar fallas de operación durante la temporada o fugas que implicaran pérdidas de agua y energía. Un par de días con el equipo no funcionando tiene un alto costo de oportunidad.

  1. Lo que no se mide no se mejora

La Clave ya en la operación y con ello los buenos rendimientos esperados, se basan en la santísima trinidad del credo del riego, mantener la uniformidad de la aplicación, reponer la cantidad correcta de agua en el suelo y con la frecuencia que lo requiera la planta. Nuestro objetivo productivo es de alcanzar de ser posible de 3 a 5 ton ms/ ha adicionales con respecto a la condición de secano.

Esto se logra a través un monitoreo constante de la presión, caudal, el correcto posicionamiento de las líneas de riego en el caso de las tazas móviles, monitoreo de la humedad de suelo y la evapotranspiración.

  1. Una mano lava a la otra y las dos lavan la cara.

El manejo del agua es una condición necesaria para alcanzar buenos rendimientos forrajeros en verano, pero esto debe ir aparejado de una nutrición vegetal acorde a esas metas, solo para dar un orden de magnitud una tasa de 60 kg Ms/ha/ día, que son las que están alcanzando las ballicas en riego durante estas semanas, equivale a una necesidad de Nitrógeno de 0,9 kg /ha/día. En resumen, el secreto está en los detalles, y por lo mismo las fichas que ha editado el Consorcio Lechero sobre riego apuntan a cómo, cuándo y dónde encontrar estos detalles para una exitosa temporada de riego.

 

Fuente: https://infortambo.cl/