El Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil anunció, en agosto, una medida de restricción de las importaciones de productos lácteos procedentes de países del MERCOSUR. El Mercado Común del Sur incluye Argentina y Uruguay, que actualmente suministran el 46,8% y el 35,3% de las importaciones lácteas brasileñas, respectivamente.
Las importaciones brasileñas de lácteos, en Equivalente de Leche, aumentaron más del doble en los primeros siete meses de 2023, en comparación con el mismo período de 2022. Los principales aumentos están asociados principalmente a los polvos: entre enero y julio, las importaciones de LDP crecieron en 74.700 Toneladas (+211,7%), de LDP en 10.700 Toneladas (+98,7%), y de Suero en Polvo en 8.000 Toneladas (+66%).
La mayor entrada de importaciones de productos lácteos se vio favorecida por la baja eficiencia del sector productor brasileño, caracterizado por muchos pequeños productores no especializados que afrontan costes más elevados en comparación con los productores de los países vecinos. Además, esos países, gracias al MERCOSUR, se benefician de un acuerdo comercial que incluye el libre comercio. Esta competencia está generando una tendencia a la baja del precio de producción brasileño, reduciendo los márgenes de los productores locales y empujando a muchos de ellos a abandonar el sector.
El gobierno brasileño está estudiando algunas intervenciones para apoyar al sector: comprar productos lácteos locales, sobre todo leche en polvo, para controlar la oferta y sostener los precios; aumentar el impuesto de importación para los productos suministrados por países de fuera del MERCOSUR; aceptar la importación de productos que cumplan, al menos en un 70%, las medidas sanitarias brasileñas.
Esto último, sin embargo, podría ser impugnado como una barrera no arancelaria que va en contra de los acuerdos vigentes dentro del MERCOSUR.
Fuente: https://edairynews.com/