Una interfaz de programación comienza a dar sus primeros pasos en Estados Unidos y las posibilidades de su llegada a Chile no son lejanas.
La solución a la pérdida de la etiqueta de identificación de los bovinos parece tener una solución. Al menos así lo hace saber desde una empresa emergente de tecnología agrícola de Estados Unidos, que está dando un nuevo empuje a la ganadería con la implementación de la tecnología artificial que permite una nueva forma de identificación del animal.
406 Bovine es la creadora de una interfaz de programación de aplicaciones (API por sus siglas en inglés) de reconocimiento facial que puede conectarse a las bases de datos de gestión de campos e identificar al ganado con solo una foto de la cabeza del animal a una distancia máxima de 15 metros.
“El reconocimiento facial es la forma más nueva de identificación electrónica. Todo lo que podemos hacer con etiquetas RFID lo podemos hacer con reconocimiento facial, pero la diferencia es que podemos hacerlo todo desde un teléfono celular que ya está en nuestro bolsillo”, indica Bryan Elliott, director ejecutivo de la empresa con sede en Texas.
Los requisitos de su uso son tener un teléfono inteligente para registrar las características de cada animal con un video de 3 a 5 segundos en la misma aplicación API. Registros como tratamientos (vacunas o antibióticos), movimientos en corrales y pasturas, fechas de nacimiento, linajes, peso, ganancia diaria promedio, producción de leche e información sobre méritos genéticos.
El software puede crear “gemelos digitales” del ganado, permitiendo a los productores simplificar la administración de sus animales, sirviendo también como respaldo del actual sistema de registro mediante el uso de aretes.
“Pasamos cuatro años en desarrollo. Nuestra base de datos consta de 6,8 millones de imágenes de ganado en las que hemos entrenado nuestros algoritmos. Hemos pasado mucho tiempo en los EE.UU. probando el software y recopilando datos sobre varios tipos de razas de ganado, desde las razas lecheras más comunes hasta las razas de ganado de carne más tradicionales que se ven en la industria a nivel mundial”, agrega Elliott.
Su optimización en Chile
Si bien la aplicación todavía no está disponible en el país, su eventual llegada es vista con buenos ojos.
Carlos Gebauer, productor lácteo de la región de los Lagos, con más de 800 animales reconoce que “sería una buena herramienta para saber de forma novedosa la información de la vaca y tenerla en la palma de la mano”.
Además, la destaca como una buena forma para completar el sistema de aretes con el que actualmente identifican a los animales en el registro interno del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), los que muchas veces se pierden en el campo.
Raúl Robin, ganadero cárnico especializado en la gorda oriundo de Osorno, región de Los Lagos, es más precavido al momento de analizar estas nuevas tecnologías.
“A las vacas que están estabuladas, o que pasan siempre por la sala, es posible pararse al frente y tomarles una imagen sin ningún problema. En la práctica, si vas a un campo de engorda o a un campo criadero, donde existen animales que tienen mucho menos contacto con la gente, no te van a dejar que te acerques a menos de dos metros”, dice Robin.
Al respecto el ejecutivo norteamericano explica que “podemos reconocer al ganado de cerca y hasta a 15 metro de distancia, ya sea que el ganado esté en la litera, en el corral o atravesando el conducto”.
“En Chile, las lecherías están utilizando tecnologías que no solo mejoran la eficiencia y la productividad, sino que también contribuyen a la sostenibilidad y al bienestar animal”, menciona Marcos Winkler, presidente de Fedeleche, quien ve con buenos ojos la llegada de esta tecnología.
Según Winkler, la adopción de tecnologías avanzadas como esta en el sector lácteo impacta favorablemente en la eficiencia operativa, la gestión ambiental, la trazabilidad, seguridad y en la calidad de la leche.
Enrique Bombal, gerente regional de mercado de DeLaval Latinoamérica –entidad especializada en tecnología ganadera- y representante de esta en Chile, indica que “es una opción de tecnología rápida. Tendría que haber una interfase entre esta aplicación con la interfase al equipamiento de ordeña que te reconozca a nivel comedero”.
Bombal hace énfasis en que la inteligencia artificial tendría que poder integrarse con las herramientas que ya se están utilizando en un campo y también enfatiza la necesidad del acceso digital que tenga un campo.
“No va a tener un trasfondo operativo mayor si no tiene cómo hacer la interfase al equipamiento que ya está siendo utilizado”, esboza.
Explica que lo han visto con las lecherías robóticas que existen en Chile, que requieren de una conectividad que no siempre está presente.
“En el país tenemos muchas zonas donde tenemos 4G y 5G y no hay ningún problema porque el flujo de información se genera muy bien. Sin embargo, existen muchas zonas o comunas del país que están muy aisladas, donde evidentemente todas estas nuevas tecnologías que se vienen desarrollando tendrían un retraso”, sostiene Enrique Bombal.
Fuente: www.elmercurio.com/campo