La regularización de la oferta de Rusia y Bielorusia y la menor demanda mundial aterrizan los precios para 2024. Sin embargo, problemas en la logística naviera china provocarían atrasos en las entregas.
'Hay un ánimo distinto en los agricultores. Se ve un mayor interés por sembrar que la temporada pasada y eso incide en una mayor demanda por fertilizantes', sostiene Claudio Morales, gerente general de CNA.
El ejecutivo de una de las mayores comercializadoras de fertilizantes de Chile reconoce que el rubro ha pasado por años muy complejos, con una violenta caída en 2022 por los altos precios, pero que ya el año pasado mostró una fuerte recuperación en la demanda.
La apuesta de Morales es que este año la venta de fertilizantes en Chile llegará a niveles similares a los de antes de la pandemia en 2019. La vuelta a la normalidad, eso sí, no significa que se terminan los problemas.
Los problemas para importar desde China por las dificultades para encontrar barcos portacontenedores ha puesto en suspenso el abastecimiento inicial de algunos productos que en buena parte son elaborados en el país oriental. De hecho, todo indica que habrá retrasos de casi un mes en el arribo de estos productos respecto a los tiempos usuales.
Mientras tanto, los precios internacionales de nitrógeno, potasio y fosfato —los principales fertilizantes— han dejado las grandes oscilaciones de precios de las temporadas pasadas, lo que ayuda a tomar decisiones de compra mejor pensadas por parte de los agricultores.
Para muchos de los productores, la temporada 2024-2025 será un momento clave para recuperar la productividad de sus suelos. Los años anteriores, por los altos precios de los fertilizantes, el uso se recortó y se usaron las reservas acumuladas en los suelos en años anteriores. Claramente, ya no se puede girar más de esa 'cuenta corriente' y es hora de reponer los nutrientes perdidos en las temporadas pasadas.
Retorno a costos normales
Aunque cada uno de los fertilizantes tiene orígenes y usos distintos, en el último año se han alineado a nivel global. Aunque Chile es un importante productor de potasio, en productos de amplio uso como la urea, un derivado del nitrógeno, depende totalmente de las importaciones para suplir su demanda, por lo que suceda en los mercados mundiales impacta directamente los bolsillos de los agricultores chilenos.
'En general, los costos operativos para los agricultores especialmente en fertilizantes están retornando a los niveles previos a la guerra en Ucrania. Sin embargo, los precios de los commodities están cayendo. Como resultado, los agricultores están enfrentando condiciones desfavorables, operando con márgenes bajo los promedios observados entre 2021 y 2023. Como consecuencia, los agricultores son menos proclives a continuar invirtiendo en sus campos comparado con unos pocos años atrás. En ese escenario, ciertos fertilizantes, como los fosfatos, son particularmente vulnerables a una baja en la demanda', sostiene un informe de Rabobank, elaborado por un equipo liderado por Bruno Fonseca, analista sénior de la institución.
En Rabobank, en todo caso, esperan que el uso de fertilizantes a nivel global continúe creciendo en 2024, aunque a una tasa más lenta que el año pasado.
En el caso del nitrógeno se espera que los precios de los fertilizantes nitrogenados sigan su tendencia a la baja, debido a la reducción de la demanda y al descenso de los precios del gas natural.
'Al calcular los precios finales del amoníaco y la urea en función de los precios actuales del gas natural, el valor estimado de ambos productos ha estado constantemente por debajo de los niveles actuales del mercado. Combinando esta información con la tendencia a la baja de los precios del gas natural, resulta evidente que todos los fundamentos apuntan a un mercado que se inclina hacia precios más bajos', afirman en Rabobank.
Como los precios de los commodities agrícolas han frenado las decisiones de siembra en el hemisferio norte, se estima un consumo de 107 millones de toneladas de nitrógeno, 1 millón menos que las previsiones iniciales, pero todavía sobre la demanda registrada en 2023.
En el caso de los fosfatos, el mundo baila al ritmo que pone China, un productor clave. El cierre de los permisos para exportar para favorecer su mercado interno provocó ruido en el resto del mundo a comienzos de 2024, pero la medida gubernamental se revirtió posteriormente.
Los fertilizantes en base a potasio han visto bajar sus precios porque se sigue ampliando la recuperación de las exportaciones de Rusia y Bielorusia, países sancionados luego del inicio de la guerra en Ucrania.
Por el lado de la demanda mundial también hay novedades. 'India y Brasil son grandes compradores de fertilizantes, pero han sido menos activos a la hora de salir a buscar en los mercados internacionales. Por ejemplo, se estima que Brasil este año debería demandar 10 millones de toneladas de fertilizantes menos que el año anterior. Para tener un punto de comparación, Chile ronda las 900 mil toneladas de consumo anual', sostiene Claudio Morales.
Aunque con oscilaciones, hoy el precio internacional de la urea ronda los US$ 450 la tonelada, mientras que el de los fosfatos está en torno a los US$ 600 y el potasio hoy marcha en torno a los US$ 330 la tonelada.
Si se tiene en cuenta que el potasio llegó a rondar los US$ 1.000 la tonelada hace un par de temporadas, el alivio para los agricultores es importante.
Precios asequibles
A la hora de proyectar la oferta de los fertilizantes en Chile para el resto de 2024, los valores mundiales son claves, pero también entran a tallar factores locales.
Un elemento muy importante es el transporte naviero.
'Dada la alta demanda, principalmente por China, hay escasez de contenedores. Eso ha hecho que los precios de los fletes internacionales hayan subido ', explica Felipe Arrau, gerente de ventas de Quimetal.
Hay consenso entre los ejecutivos de empresas de fertilizantes en que aunque hay abastecimiento seguro para la temporada 2024-2025, la llegada de fertilizantes se retrasará casi un mes respecto a lo habitual. En vez de que los cargamentos principales arriben en septiembre lo harán en octubre.
En todo caso, las empresas del sector aseguran contar con las reservas necesarias para un consumo normal.
'Como CNA trajimos lo suficiente para tener un buen stock y aumentamos la capacidad de distribución en 30 por ciento', explica Claudio Morales.
Eso sí, hay que tener en cuenta que con los años se ha hecho más común que los agricultores compren insumos como fertilizantes a última hora. Como se trata de un volumen de dinero importante, dilatar la compra ayuda a bajar los costos financieros.
Adicionalmente, los robos en sectores rurales llevan a los agricultores a tratar de manejar el menor volumen de productos en sus bodegas.
De hecho, las empresas distribuidoras de insumos han desarrollado una importante capacidad de logística para abastecer rápidamente a sus clientes.
Sin embargo, en períodos de alta demanda, en la actual temporada es probable que se produzcan tiempos de entrega mayores que los de años pasados.
Claudio Morales estima que la demanda local se mostrará fuerte en los próximos meses. Explica que hace un par de temporadas el volumen de fertilizantes que se comercializó en Chile llegó a un piso de 645 mil toneladas debido a los altos precios. Sin embargo, en 2023 subió a 845 mil toneladas y proyecta que en 2024 debería alcanzar las 900 mil toneladas.
El ejecutivo de CNA estima que las menores tasas de interés comparadas con años anteriores han ayudado a dinamizar las inversiones agrícolas
Felipe Arrau prevé que la demanda por fertilizantes estará bastante alineada con el buen desempeño de los rubros agrícolas.
'Creo que va a ser un año en que se requerirá mucho fertilizante. Vemos una agricultura que respecto de dos años atrás está bastante más saludable, con una cereza bien parada, con un avellano que le está yendo muy bien y los kiwis bien. Por lo tanto, creo que va a haber una alta demanda de fertilizantes en general, creciendo mucho los líquidos, explicado por la escasez de fertilizantes solubles al inicio de la temporada en Chile. Nosotros gracias a Dios tenemos una buena parte de nuestro programa de abastecimiento, lo que nos debiese ayudar', sostiene Arrau.
Eduardo Moraga Vásquez -
Fuente: El Mercurio - Revista del Campo