Presidente de Fedeleche: “Pedimos señales claras a la industria”
Marcos Winkler, presidente de los productores de leche, insiste en que a la fecha no hay ninguna señal de precio, lo que está afectando la producción y las inversiones, lo que se reflejará en los resultados del próximo año.

Presidente de Fedeleche: “Pedimos señales claras a la industria”

La falta de señales de la industria respecto de los precios a productor tiene preocupados a los lecheros. 'No nos permite tomar decisiones', dice Marcos Winkler, presidente de la Federación Nacional de Productores de Leche (Fedeleche), recalcando que esto es especialmente complejo porque se da, además, en un entorno global en que las señales son erráticas, lo que suma incertidumbre a los lecheros nacionales, 'que estamos viendo mes a mes cómo va avanzando el mercado, pero hasta ahora, a nivel local, no tenemos ninguna señal. Solo pedimos señales claras a la industria'.

 

—¿A qué tipo de señales erráticas se refiere?

Las señales que está entregando la industria, a nivel internacional, son confusas. Por ejemplo, tenemos un mundo que está creciendo en el consumo de lácteos, pero un precio internacional de leche a la baja en el último tiempo. Un mercado como China, que compraba muchísimo y que tenía capacidad de aumentar su consumo de leche premium, porque tomaban solo 36 litros por persona, pero no ha ocurrido. También, mercados internacionales que cambiaron la posición, como Emiratos Árabes, que se abastecía mucho de Chile y hoy ya no lo hace.

 

—Pero los precios a productor están relativamente bien en varios países…

A nivel de Sudamérica hay precios pagados a productor todavía bastante altos. Ahora, al mismo tiempo, por ejemplo, Nueva Zelandia está con precios muy bajos.

Entonces, son señales erráticas, sin un norte claro. No es que todo esté con precios malos, no es que la producción en general sea mala, sino que es muy mezclado.

 

—¿Qué pasa en Chile?

Tenemos una disminución de producción de un 5,4% acumulada en el año, lo que, sumado a lo que disminuyó el año pasado, son muchos millones de litros menos producidos como país.

 

—¿Qué explica esa baja?

La salida de pandemia con precios altos de insumos, que llevó a que se diera menos concentrados; fertilizaran menos, con lo que los pastos eran de menor calidad, sumado a un clima que fue muy frío, por lo que el crecimiento de pastos también fue más malo. Entonces la producción de la comida para la vaca fue menor, lo que impacta en la calidad y la cantidad de leche. También, dependiendo de la zona, como, por ejemplo, en el centro norte del país, tuvieron que hacer silos de maíz, con precios altísimos, que son los que están comiendo ahora.

Se sumó a que, como hubo problemas de caja, el agricultor decidió vender a China sus vaquillas de reposición, para hacer caja campo.

Todo eso ha hecho que muchos productores lácteos hayan cerrado y eso también afectó la producción.

 

—Pero el precio a productor subió…

Sí, lo hizo, pero no acorde a lo que subió el IPC, por lo que todavía estamos con un precio no tan bueno y con señales internacionales poco claras, entonces el agricultor está indeciso. No sabe qué hacer.

Entonces, lo que le pedimos a la industria son señales claras. Les decimos, si usted quiere que el agricultor recupere la producción y que vuelva a tener los niveles que teníamos, tiene que poner más sobre la mesa, sino no hay ninguna posibilidad de revertir estos números. El agricultor necesita una señal.

 

—¿Dar precio es esa señal?

Dar el precio es una señal. El sistema productivo lechero es de largo plazo. El panadero compra la harina en la mañana, la convierte en pan y lo vende en la tarde, así vuelve comprar harina para el día siguiente.

Un lechero, desde que pone la plata para tener una ternera hasta que empieza a dar leche, pasan tres años, entonces, los ciclos son largos. Por eso el agricultor necesita señales claras para que pueda efectivamente planificar, mejorar la alimentación, fertilizar mejor la pradera.

Pero este año no ha habido ningún anuncio que permita al agricultor proyectar. Ni siquiera han dicho si el precio se va a mantener.

Las decisiones hay que tomarlas no para esta primavera, porque ya se jugó, sino para el otro año. Tenemos que decidir meternos con un montón de recursos en el campo, pero hasta ahora hay silencio. Hoy el sector está en la incertidumbre absoluta. Y eso lo hace aún más complejo.

 

—¿La disminución de la recepción de leche no ha movilizado tampoco a la industria?

Nestlé disminuyó un 20% su recepción de leche. El grupo Lactalis disminuyó un 18%. Colún un 4%. Pero, a pesar de esas caídas, no hay señales de las empresas de intentar recuperar la leche perdida. Y esto impacta al mercado, porque al haber menos leche, los productos que hacen esas empresas son inevitablemente más caros.

 

—¿Qué soluciones le ven para que el sector siga siendo viable?

Lo que estamos planteando desde hace mucho tiempo es que la leche, por sus características, su importancia para la alimentación y el desarrollo humano, no debería tratarse como un commodity, porque es un producto premium, un producto que necesitan la familia, que es necesario para el crecimiento, para el desarrollo...

 

—Pero son los mercados internacionales los que la tratan como commodity…

Así es, no debería, pero eso es lo que ocurre. Pero a nivel interno de los países no es tratada como tal, porque la compran, por ejemplo, para los programas de alimentación escolar.

Lo que estamos tratando de impulsar con nuestra marca ChileMilk es que se trata de producto que no es un commodity, sino un producto premium, de calidad, que tiene detrás bienestar animal, sustentabilidad.

También estamos tratando de demostrar que en Chile las vacas no son el principal causante del problema climático, sino que somos parte de la solución. Tenemos estudios de huella de carbono, estamos trabajando en el metano, estamos trabajando en economía circular, con la sustentabilidad en general.

 

SUSTENTABILIDAD COMO NORTE

—¿Qué está haciendo Fedeleche para apoyar la transición a la sustentabilidad del sector?

Lo primero es ponerle ciencia a la información. Porque mucha gente habla y dice, por ejemplo, que las vacas son las responsables de la emisión, del cambio climático. Pero no consideran que existe un montón de formas de emitir gases de efecto invernadero y nosotros, los lecheros, en Chile, somos una parte, pero no la más importante.

En eso lo primero que hicimos fue realizar un estudio de balance de carbono con el INIA en Los Ríos, Los Lagos y Temuco, en 12 predios que eran representativos de sus zonas. Tuvimos resultados donde se demostró que había campos que eran carbono neutrales. En esa primera medición nos dimos cuenta de que hubo algunos problemas metodológicos. Por ejemplo, no se había medido el impacto de captura de la pradera, es decir, que había que hacer correcciones. Eso cambió y ahora se están midiendo 20 predios de Los Lagos, donde se van a incluir todas las cosas que no se incluyeron en el primero. El resultado va a permitir determinar si un campo es carbono neutral, y, en el caso de que no lo sea, cuáles son las medidas para serlo, en relación a cambios de la dieta, en el manejo del pasto.

Lo importante es que nosotros somos parte de la solución, y esto de medir, de ponerle ciencia, es por eso. Y es importante que la gente se entere de esto, de que nos hemos hecho cargo de nosotros, de que no somos el principal problema. Es importante considerar que como país tenemos una carga animal muy baja. Entonces, somos capturadores más que emisores.

El sector también está trabajando fuertemente con energías renovables, como paneles y energía solares, calientan el agua con biodigestores, que utilizan una tecnología nueva, que incluso captura carbono. Es decir, se hace un uso distinto de purín y además se capta carbono en el proceso. Bueno, el uso de recuperadores de calor dentro de las salas, la forma en que se enfría la leche, por ejemplo. Es decir, una mejora en el consumo energético y en pro del medio ambiente que lleva años.

 

—Pero las vacas. por su proceso digestivo, emiten metano…

Por el lado del metano, además, estamos haciendo un estudio (con la Universidad Santo Tomas) para ver cuánto disminuye la emisión de metano si se le incorporan algas a la dieta.

Lo importante es que como país estamos muy bien ubicados en el contexto internacional en este tema, porque tenemos información, tenemos ciencia, tenemos agricultores trabajando, tenemos un gremio fuerte, tenemos relación con la industria, con el Minagri, con cosas anexas como la ley de etiquetado, como el trabajo que se está haciendo con el medio ambiente. Los otros países nos miran un poco como un país a seguir.

Cuando decimos que somos parte de la solución, es decir que estamos tomando medidas, y que la solución no es eliminar a las vacas, como quedó claro en la reunión de ministros organizada hace un tiempo por el Global Methane Hub aquí en Chile.

Es importante que quede claro que el agricultor tiene que ser sostenible, es decir, ser rentable para poder seguir subsistiendo, produciendo alimentos, y socialmente responsable.

Pero aquí, de nuevo, necesitamos rentabilidad y las señales de la industria. Si se le pide al productor que haga un manejo regenerativo y el productor me dice pero esto es costo para mí, eso se va a cargar al precio del producto; el consumidor debe estar dispuesto también a pagar más por ese producto, sino no tiene sentido hacerlo.

 

Reincorporación a la FIL

—Fedeleche se había retirado de la Federación Internacional de Lechería

Efectivamente, por razones presupuestarias, pero ahora nos reincorporamos, porque compartimos agenda. Como Fedeleche venimos haciendo un trabajo de unión gremial, hemos tenido la voluntad de trabajar con las distintas entidades y, de hecho, en la última Comisión Nacional de la Leche participamos junto con Exporlac y con el Consorcio Lechero. Y parte de eso era volver a participar de la FIL. Tenemos que ser un factor de cambio, pero solos es muy difícil.

Por Patricia Vildósola Errázuriz-

 

Fuente: El Mercurio - Revista del Campo