Los agricultores viven desde hace tiempo un panorama complejo, por diversos factores, pero en los dos últimos años han sido golpeados fuertemente por el precio en los insumos; y dentro de esta categoría se encuentran los fármacos veterinarios, que son indispensables para el buen funcionamiento de cualquier plantel.
Además de ello, otra complicación es la escasez de algunos medicamentos veterinarios, principalmente vacunas y antibióticos, por lo que profesionales del área muestran preocupación por este fenómeno que podría afectar severamente la salud del ganado y, por ende, a muchos predios lecheros.
MENOS VACUNAS
Como productos que son cada vez más difíciles de comprar para muchos pequeños y medianos agricultores, calificó el presidente de la Red de la Leche y la Carne de la región, Jaime Altamirano, el alto precio que tienen los medicamentos veterinarios actualmente.
"Los pequeños agricultores, que tienen asesoría técnica por Indap, especialmente los que son Prodesal, tienen ayuda y les dan medicamentos como antiparasitarios y vitaminas para el ganado. Pero en el caso de las vacunas, la gran mayoría de los pequeños agricultores no está aplicando las dosis contra la leptopirosis y ese tipo de enfermedades", comentó.
El agricultor explicó que este es un problema que se está dando netamente por el precio de las vacunas, lo que además se conjuga con el desconocimiento de algunos productores, ya que estas vacunas son indispensables, porque finalmente se pierde mucho más dinero si la vaca muere por no haber recibido una dosis.
Por otro lado, están los antibióticos, que según señala Jaime Altamirano, siempre han tenido un alto valor. "Ojalá los precios no sigan subiendo, porque esto puede perjudicar a muchos agricultores que dejan de vacunar y eso puede traer otras consecuencias", concluyó.
PANORAMA COMPLEJO
El médico veterinario y consultor privado, Fanol Barrientos, indicó que por una parte los precios de estos medicamentos están bastante altos y, por otro lado, hay escasez de algunos.
"Hay productos que se están demorando y que hace unos tres o cuatro meses no llegan, sin embargo, son de uso habitual. También hay mucha discontinuidad con algunos productos. Definitivamente se ve un cambio, estamos con problemas", sostuvo.
El profesional agregó que esta situación se está dando principalmente en vacunas y antibióticos y, en general, en muchos otros medicamentos veterinarios, lo que se debe a que han cambiado las políticas de muchos laboratorios.
"Esto puede traer consecuencias en los manejos que nosotros hacemos durante el año, sobre todo desde el punto de vista reproductivo, ahí tenemos problemas y tenemos que ir probando con lo que hay", explicó.
Además del menor stock que hay en productos esenciales, Fanol Barrientos coincidió en que los precios están muy elevados, dejando en una posición muy compleja a los agricultores que se vean obligados a prescindir de las vacunas por su alto valor.
"Han subido en un porcentaje bastante elevado, sobre todo las vacunas, que están tremendamente caras, las virales especialmente, que son importadas. Entonces, es una elite de agricultores que se puede dar el lujo de comprar vacunas, el resto no lo hace y eso es muy grave. El problema es que esto beneficia a los empresarios más grandes, que pueden solventar el costo, pero ya los medianos y los más chicos no están haciendo nada de eso", concluyó.
FARMACIA VETERINARIA
Sobre la realidad actual del mercado de los fármacos veterinarios, la directora comercial de la Farmacia de Cooprinsem, Paulina Prussing, explicó que normalmente los laboratorios tienen reajustes de precios a principios de año.
"Los reajustes de este año fueron un poco más altos que lo que normalmente se da, pero en el fondo si se comparan con lo que fue el IPC del año pasado, estos fueron menores que ese índice, que estuvo por sobre el 12%; y en el caso de los laboratorios, los reajuste de precios fueron alrededor de 8% en promedio", indicó.
En relación a la escasez de medicamentos, la ejecutiva señaló que efectivamente hay algunos que cuesta encontrar, ya que los laboratorios hacen sus pedidos, pero por distintas razones hay desabastecimiento en algunos productos, aunque afortunadamente la mayoría de ellos tiene alguna alternativa; el problema está en los fármacos que son más específicos, ya que no hay muchas opciones similares.
"Lamentablemente hay algunos en que si bien hay una, dos o tres marcas distintas, ha sucedido que ninguna de ellas ha estado disponible en el mercado, pero normalmente son quiebres de stock que no se extienden por tiempos tan prolongados, sino que llega uno y después llega el otro. En la gran mayoría hay productos alternativos como para suplir la ausencia de alguno de ellos", aseguró.
Paulina Prussing detalló que entre los principales medicamentos que han presentado este problema, hay algunas vacunas bastante específicas que están con quiebre de stock, además de distintos antibióticos, aunque en general, recalca, se encuentran alternativas.
"Efectivamente hay escasez de algunas cosas, como los antibióticos que se utilizan para el secado de las vacas, cuando están prontas a parir les ponen el antibiótico en las ubres para prevenir infecciones, de esos hay bastante escasez; no es que no haya, pero sí hay marcas que incluso han desaparecido del mercado, lo que hace que existan menos alternativas y cuando una de estas opciones tiene quiebre de stock, por supuesto que se nota mucho", dijo Paulina Prussing.
En cuanto a la demanda de estos productos, la ejecutiva señaló que se ha notado alguna disminución, pero que siempre este tipo de productos se mantienen más estables, ya que se trata de artículos que en general son indispensables para el cuidado de los rebaños.
"Todos sabemos que el ámbito económico no está muy bien y algo se nota en este tipo de compras, pero normalmente en el caso de farmacia, es un mercado bastante más estable en ese sentido, lo único que afecta es que hay algunos productos más específicos que la gente puede dejar de utilizar cuando están con problemas de caja o si usaban algún producto de una marca determinada, buscan una alternativa genérica como para utilizar productos más económicos. En el fondo, es difícil que la gente deje de utilizar la farmacia, porque si hay un animal enfermo, es necesario hacerle tratamiento, cueste lo que cueste, porque de lo contrario se pone en riesgo", concluyó.
LA CLAVE ES COTIZAR
En medio de este escenario complejo, la ingeniero de ejecución en agronomía, Harlette Rosas, se dedica a asesorar en compras a distintos agricultores, por lo que ha observado que la mayoría de ellos no tiene incorporada la costumbre de cotizar los insumos agrícolas y, en específico, los medicamentos veterinarios.
La profesional sostuvo que en el ejercicio de cotizar, un agricultor puede ahorrar fácilmente unos 150 mil pesos en insumos, ya sean veterinarios o agrícolas, pero muchas veces prefieren comprar en establecimientos más grandes, desconociendo que hay alternativas más baratas.
"Eso el agricultor mediano a pequeño no lo hace, sino que va donde le queda más cerca, donde tiene más llegada, pero hay una cantidad de dinero importante que se deja de ahorrar por el solo hecho de meterse a algún distribuidor sin cotizar", aseguró.
Harlette Rosas comentó que este tipo de productos en general presentan altos precios, por lo que es muy importante que los agricultores comiencen a revisar los distintos valores que manejan los distribuidores en Osorno.
En el caso de las farmacias veterinarias, explicó que muchas de ellas lanzan promociones, donde informan que hay una cantidad determinada en stock, la cual se encuentra a un precio más barato. Ello genera la sensación de que luego de eso podría haber problemas de abastecimiento y los agricultores acuden rápidamente y agotan el producto.
Paola Rojas
Fuente: Austral Osorno de Osorno