“Cuando muchas voces especializadas advierten una crisis alimentaria mundial, la mejor opción para una mayor seguridad alimentaria en el país está en la propia agricultura chilena. Si bien se observan esfuerzos del Ministro de Agricultura en el otorgamiento de financiamiento con el programa “Siembra por Chile”, hoy los análisis advierten que la realidad mundial evolucionó desde una situación de desajustes en la logística naviera y de alzas en los precios internacionales, hacia una modificación en las estructuras productivas de los mercados agrícolas en el mundo”.
José Miguel Stegmeier, presidente del Consorcio Agrícola del Sur (CAS) muestra su preocupación por el tema; el representante de la organización integrada por Asoñuble, Socabio, Sofo, Saval, Sago y Agrollanquihue, precisa que junto a otros gremios representativos de toda la agricultura del país presentaron un documento ante la Comisión de Agricultura del Senado, en la que establecieron diferentes propuestas para lograr en lo que dominaron un Nuevo Trato con la Agricultura Nacional.
La iniciativa sostiene que la agricultura nacional es una sola y está compuesta por productores con unidades pequeñas, medianas o grandes. “Se requiere que todas las expresiones de la agricultura se desarrollen y hagan su aporte a la producción de alimentos, aprovechando todas las potencialidades que cada unidad productiva en cada rincón de Chile”, afirma el líder del CAS.
Asimismo, sugiere activar un Fogape Agrícola similar a lo que fue el “Fogape Reactívate o “Fogape Covid” que cubra un universo mayor de empresas, que invite también a la banca privada a ofrecer instrumentos financieros contracíclicos para activar la agricultura de cultivos, a la ganadería, a la fruticultura y a las demás expresiones de la actividad.
Del mismo modo, el conglomerado de gremios solicita posponer el pago de créditos vinculados con la actividad agrícola, por un plazo de seis años.
Esta postergación en los pagos tiene por objeto aminorar la carga financiera actual del sector, en una operación distinta y diferenciada a la oferta de capital de trabajo que el agricultor necesita para sembrar. “El período de seis años, se refiere a dos ciclos de rotación de cultivos, que por lo general son de tres años, antes de volver a establecer el mismo cultivo en la misma unidad productiva. Esto mismo aplica a la ganadería, y fruticultura que son rubros que hacen sus inversiones a un plazo aún mayor”, explica el líder del CAS.
FALTA DE SEGUROS
Por otro lado, los gremios señalan que la falta de oferta de seguros en la zona sur es un obstáculo para realizar inversiones en los sectores rurales. “Las primas de riesgo se encuentran fuera de parámetros de riesgo operacional o de riesgo agrícola. Ese mayor valor no lo debe pagar el productor. El mayor riesgo es responsabilidad del Estado, quien debe asegurar la oferta de pólizas de seguros a tasas similares y acostumbradas, al igual como existen en las demás regiones del país”, agrega el dirigente.
En el documento también sugieren que mediante los mecanismos que ya tiene el Estado, como la Fiscalía Nacional Económica u otras, se realicen revisiones de los precios pagados a productores y detectar oportunamente asimetrías en los contratos de abastecimientos, impidiendo que el productor sea víctima de abusos.
“Asimismo, mediante instituciones como la Comisión Antidistorsiones en conjunto con el Servicio Nacional de Aduanas, se deben hacer revisiones a los precios y calidades de los productos que ingresan al país. Es responsabilidad del Estado proteger al productor nacional de las consecuencias de estas irregularidades”, añade Stegmeier.
DÓLARES, COVID Y UCRANIA
Por otro lado, en la iniciativa gremial se hace mención la importante provisión de divisas que realiza la agricultura exportadora, ya que es una potente fuente de recursos para el país, necesaria para compensar la importación de alimentos que Chile no produce.
También se destaca que debido a la crisis sanitaria por Covid-19, la guerra en Ucrania y los fenómenos climáticos asociados al calentamiento global, han puesto en relieve serias dificultades de logística naviera y portuaria en el país, para lo cual se propone abordar esta situación como una estrategia nacional gestionando con los operadores portuarios y navieros priorizar la gestión de productos alimenticios y de insumos agrícolas, para evitar retrasos en sus descargas o despachos, pues en la agricultura la oportunidad para realizar las labores es un factor crucial en el éxito de los cultivos .
Otro factor relevante que se destaca en la propuesta es la seguridad rural, la cual es determinante para implementar este llamado “Nuevo Trato con la Agricultura” y que para ello se debe abordar con decisión política y eficacia policial.
“La seguridad pública es un elemento trascendental para lograr estos objetivos. No sirve lo anterior, si no se pueden trabajar los campos. No sólo trabajadores o agricultores sufren la violencia desbocada, sino también los conductores de camiones y prestadores de servicios de apoyo a la agricultura y ganadería, que vivencian y conocen en piel lo que estas amenazas y amedrentamientos generan en las personas que circulamos y trabajamos en zonas rurales”, subraya el dirigente.
Del mismo modo, señala que “para lograr ser una potencia agroalimentaria, sembrarlo todo y apoyar la seguridad alimentaria de los chilenos, se necesita financiamiento para el agro, transparencia en los mercados y seguridad, sin recurrir, ni requerir más recursos que los que hoy destina el Estado a esta actividad”.
Para el líder del CAS “son urgentes las políticas públicas que se adecuen al mundo agrícola de hoy, en el contexto de una crisis alimentaria y política a nivel mundial”.
Fuente: http://www.camposureno.cl/