Los dirigentes califican el actual escenario agrícola como "complejo" y "desafiante". Se prevé una disminución en la producción de algunos cultivos en Chile (principalmente cereales), pero una fuerte demanda mundial por alimentos.
Javier Heredia, director ejecutivo de Aproavena
"Los precios se mantienen atractivos asegurando una rentabilidad para el cultivo"
La superficie de avena de la temporada recién pasada estuvo en el orden de las 1 1 2,000 ha, el mayor crecimiento se dio en regiones como el Maule/Ñuble y Bío-Bío, también crecieron, pero en menor grado, las regiones de la Araucanía, Los Lagos y Los Ríos.
La Araucanía concentró el grueso de la superficie (entre un 55 al 58%). En general el establecimiento del cultivo fue más temprano a lo habitual, sin embargo la primavera seca y temperaturas por sobre lo normal se conjugaron para deprimir los rendimientos, los que finalmente estuvieron por bajo lo normal, la calidad también se afectó, por lo mismo la industria recibió grano más delgado y con menos peso hectolitro, a pesar de lo anterior gran parte del volumen calificó, copando la capacidad de acopio, el cual era bastante más restringido que años anteriores debido a los problemas de logística naviera, que impidió exportar los granos procesados. Gran parte de la producción de esta temporada fue guardada por los productores, este volumen está siendo lentamente consumido por el mercado animal e industrial a medida que se han ido regularizando las exportaciones.
-¿Qué se proyecta para la siguiente temporada?
-Se prevé una baja en la superficie respecto a la temporada pasada. Los precios se mantienen atractivos asegurando una rentabilidad para el cultivo, por lo mismo se espera que la industria sea capaz de comprar toda la producción. A fines de abril han comenzado las primeras siembras y, aunque es prematuro un pronóstico del tiempo, las primeras informaciones apuntan a una primavera algo más benevolente para el cultivo, lo que mejoraría los rendimientos y calidad del grano.
-Jorge Valenzuela, presidente de Fedefruta
"Ha sido de las temporadas más complicadas para la fruticultura chilena de exportación"
Ha sido de las temporadas más complicadas para la fruticultura chilena de exportación. Las cuatro variables que siempre enfrentamos en cada campaña frutícola son la sequía y los eventos climáticos, la disponibilidad de trabajadores de temporada, manejo de plagas y enfermedades, y tipo de cambio, pero este 2022 tuvimos un quinto imponderable, muy mayor, y ese fue el colapso logístico. En lo interno, no hubo infraestructura portuaria disponible para embarcar la fruta a tiempo. Es fundamental generar mesas de trabajo y llegar a acuerdos con las concesionarias para evitar este tipo de dificultades más adelante, y solicitamos preferencia para el embarque de perecibles que entran y salen del país, tal como ocurre en otros países. Pero en lo externo también hubo muchas complicaciones.
CEREZAS Y MANZANAS
En la cereza, hay cálculos de pérdida de más de 300 millones de dólares por causa de los atrasos en la logística. Los arándanos también fueron muy perjudicados por los atrasos en cada parte de la cadena, y un porcentaje importante de esta fruta no pudo ser vendida al valor esperado. En el caso del puerto de Filadelfia, donde llega una cantidad importante de uva de mesa chilena para Norteamérica, la descarga de la fruta y trayecto tomaron hasta 45 días, cuando por lo normal eran 20, tardanza que comprometió la condición y la venta de 25 de 75 millones de cajas de uva de mesa.
El rubro de la manzana se ha visto muy comprometido por estos motivos, dado que los márgenes de rentabilidad son mucho más estrechos para esta esta especie tradicional de la fruticultura chilena. Hubo manzaneros que prefirieron simplemente no cosechar esta temporada. Como productores tenemos la experiencia, el conocimiento, y los consumidores que demandan, pero toda esta convulsión logística y pandémica complicó demasiado el panorama. Todo el rubro espera que el colapso logístico no sea la nueva normalidad para las próximas temporadas, porque esta vez fue un factor de muchísima incertidumbre. Los perecibles no pueden trabajar con falta de certezas jurídicas.
Paulina Carrasco, presidenta de Aproval
"En términos generales, han sido meses complejos para la producción primaria"
En términos generales, han sido meses complejos para la producción primaria, fundamentalmente por un inicio de año climáticamente adverso, con altas temperaturas y escasas precipitaciones que impactaron negativamente en el crecimiento de las praderas de secano que, a pesar del avance en materia de riego, siguen siendo predominantes. Según los reportes que nos proveen nuestros colaboradores de Lecherías del Sur, las tasas de crecimiento estuvieron -en promedio-por debajo de los 20 kilos de Materia Seca por Hectárea entre enero y febrero, mientras que en las dos campañas precedentes las tasas estuvieron entre 25-35 kg. MS/há.
En paralelo, se mantuvo la tendencia al alza de insumos relevantes en términos de alimentación y fertilización, lo que ha implicado que el incremento en el precio de la leche pagado a productor (según los últimos datos oficiales, + 10,5% en el primer trimestre para la región de Los Ríos), en términos prácticos se haya diluido frente al fuerte aumento que han experimentado los precios de dichos insumos. Según datos de predios que llevan gestión, ya en 2021 el alimento concentrado aumentó entre un 20% y un 25% su valor respecto al 2020 y fertilizantes relevantes como la urea han triplicado su valor, mientras que fuentes de fósforo lo han más que duplicado.
A partir de marzo y hasta fines de abril el comportamiento de las praderas tuvo un repunte significativo gracias a una recuperación de las precipitaciones y la mantención de buenos niveles de temperatura. Sin embargo, ya en mayo los niveles de crecimiento del pasto volvieron a retroceder en relación a los años anteriores y comenzó a ajustarse al comportamiento de un invierno "normal".
-¿Qué se proyecta para el resto del año?
-En condiciones normales siempre ha sido difícil proyectar lo que ocurrirá en un sector como el nuestro que depende de factores tan impredecibles como el clima y el mercado.
Sin embargo, por si esto no fuera poco, este año se ha agregado como factor de incertidumbre el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que ya está teniendo impacto a nivel de disponibilidad y precios en fertilizantes y productos lácteos.
Tomando en cuenta estas dificultades para proyectar, si las condiciones climáticas se presentan razonables, la demanda interna se mantienen estable, los insumos retroceden en algo sus valores actuales y el mercado internacional logra sortear razonablemente los vaivenes de la guerra, debiésemos esperar un cierre de la campaña 2022 en niveles productivos muy similares al 2021. Quizá podría haber algún impacto negativo por eventuales ajustes a la baja en materia de fertilización que han realizado algunos predios en esta coyuntura, pero como no tenemos datos de la magnitud, es difícil saber cuánto podría impactar eso en producción de leche. Desde el punto de vista de los resultados a nivel de la producción primaria, lo más probable es que veamos una temporada, en general, con resultados por debajo de lo que fue la campaña previa.
Ronald Bown Fernández, presidente de Asoex
"Esta ha sido una temporada especialmente desafiante para nuestro sector"
Esta ha sido una temporada especialmente desafiante para nuestro sector, pues en ella se han combinado una serie de fado-res que la hacen única y compleja en los últimos 30 años.
Por un lado, los efectos del Covid-19 permanecen, lo cual genera situaciones de retrasos en los envíos debido a una mayor revisión, por ejemplo, en China, así como también congestiones en puertos. Además, hay desafíos en cuanto a la disponibilidad de transporte y mayores costos marítimos que están afectando a nuestro sector, pero también al mundo. Por otra parte, la guerra en Ucrania ha derivado mayores costos de los insumos para la producción (como, por ejemplo, los fertilizantes).
A todo ello se agregan problemas locales como es la escasez de trabajadores para poder llevar a cabo las labores de producción, cosecha y packing, así como también procedimientos Covid-19 en puertos nacionales, los que han hecho más lento el proceso para exportar la fruta. La sequía es un factor que también está afectando al sector, y que ha derivado que haya disminución en la producción y que ésta se vaya trasladando más al sur del país.
Pese a todo, como industria hemos hecho todos los esfuerzos necesarios para cumplir con nuestro compromiso de abastecer a Chile y el mundo de frutas frescas de calidad y saludables. Así a la fecha, hemos exportado más de 2 millones de toneladas, evidenciando una variación positiva de más de 7%, respecto al mismo periodo del ejercicio de 2020-2021.
PRÓXIMA TEMPORADA
En cuanto a la próxima temporada, creemos que muchos de estos factores continuarán, por lo menos así lo indican muchos analistas internacionales, lo cual nos obligará como sector a adaptarnos y establecer una estrategia que nos permita mantener la competitividad. Creemos que se hace fundamental el trabajo mancomunado junto a las autoridades y organizaciones internacionales para abordar soluciones de manera conjunta.
Marcos Winkler, presidente de Fedeleche
"Más allá de las fluctuaciones del mercado, somos optimistas del futuro y potencial de nuestro sector"
Hemos visto los primeros meses de este año una disminución de un 2,3% en la producción nacional de leche. Ha sido un año complejo, con un tema climático que nos ha venido afectando en los últimos años, donde se ha visto un cambio en la situación de todo el país. A su vez, desde hace un tiempo, se han presentado una multiplicidad de factores adversos, entre ellos, el aumento de los costos de producción y las deficiencias en la cadena logística que nos ha llevado a una situación extremadamente compleja.
Como gremio se realiza un seguimiento de cómo se han comportado los aumentos de los valores de los insumos, y la variación de precio en 12 meses ha sido desde un 20 por ciento, luego al 30% y hoy al 50 por ciento, en el promedio de todos los costos, tendencia que presiona a la baja la producción interna de leche.
¿Qué se proyecta para el resto de 2022?
Lamentablemente creemos que no se va a poder revertir la caída en la producción en este año. El encarecimiento de los fertilizantes y la falta de líneas de financiamiento modificaron a la baja las estimaciones.
Respecto a precios, si bien en los últimos meses han subido, lo que reciben los productores por cada litro de leche sigue siendo insuficiente para alcanzar un nivel que iguale los aumentos que han experimentado los costos. Se necesita una reacción de la industria y precios razonables para nuestros lecheros.
De todos modos, más allá de las fluctuaciones del mercado, somos optimistas del futuro y potencial de nuestro sector. Y en eso hay varias iniciativas en pleno desarrollo; entre ellas, el 9° Congreso Chilelácteo 2022, la campaña de fomento de consumo de lácteos chilenos: "Yo Tomo- Yo Como Leche", la nueva marca sectorial Chilemilk, sustentabilidad lechera, que buscan proyectar nuestra actividad en el mediano y largo plazo.
Andreas Kabrich, secretario ejecutivo de la Sofo
"Prevemos que va haber una reducción en la superficie de siembra y en el volumen total que se vaya a cosechar en la próxima temporada"
La agricultura en La Araucanía como en todo el mundo es un ciclo, es una rueda que se va moviendo de año en año, y en tal sentido este primer semestre se han estado realizando las siembras de los cultivos que se acostumbran en la medida en que esas fechas van ocurriendo. De esta forma, ya en el mes de abril se ha estado sembrando raps, en mayo se ha iniciado la siembra de trigo u otro cereales.
En general, hasta la fecha, las siembras siguen avanzando bastante bien. El clima ha acompañado, ha llovido, pero también se han dado algunas ventanas para poder avanzar, ingresar la máquina y preparar el suelo.
Lo que ha sido difícil y bastante complejo es el abastecimiento de los fertilizantes que han estado especialmente caros producto del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y que ha afectado fuertemente el mercado de los granos y también el mercado de los fertilizantes, esto tanto en el abastecimiento como también por la producción de fertilizantes. En el mundo, dado por la guerra, se ha visto un alza en la inflación, muchos productos han subido la cotización así como también la energía. Con ello suben fuertemente los fertilizantes, especialmente los nitrogenados, los que aportan nitrógeno como la urea la que a partir de su síntesis necesita mucha energía. Como el precio del gas ha subido también sube el precio de los fertilizantes y eso altera la demanda y la producción.
ALZA DE COSTOS
Nosotros somos un país que está muy lejos y por eso enfrentamos un flete caro desde Europa o China, desde donde provienen los fertilizantes. Entonces están afectados por el costo y eso nos ha golpeado fuertemente. Como se ha señalado, una tonelada de Urea costaba en marzo de 2021 300 mil pesos, hoy en mayo 2022 está entre un millón y un millón doscientos mil pesos la tonelada. Entonces evidentemente ha subido cuatro veces, muy por sobre lo que incluso ha mejorado la cotización del trigo. Eso está complicando y dejando afuera la posibilidad de usar esa parrilla tecnológica que veníamos utilizando.
En La Araucanía hay un tema de incertidumbre instalada desde hace varios años, la que dice relación con el clima. No tenemos certeza de cómo va a venir la primavera o el verano. Hay una incertidumbre constante y eso se ha sumado a la falta de seguridad en que se vive en los ambientes rurales. También está el no saber lo que ocurrirá con los mercados, si el trigo se mantendrá en una cotización alta o va a caer, hay que recordar que los cultivos se están sembrando ahora, en mayo, junio, julio para cosechar en enero-febrero y en ese tiempo los mercados pueden cambiar mucho. Se ha incorporado una nueva incertidumbre.
Nosotros prevemos que va haber una reducción en la superficie de siembra y en el volumen total que se vaya a cosechar en la próxima temporada. Estimamos que esa reducción será cercana al 20%. Estamos iniciando las siembras y el agricultor acostumbra a hacer cambios a veces en su programa de siembras.
Fuente: El Llanquihue - Campo Sureño