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Una de las principales causas de enfermedades y de fallecimientos en el mundo tiene que ver con una mala alimentación, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por ello es necesario mantener unos hábitos alimenticios saludables y equilibrados, a través de modelos nutricionales efectivos como la dieta mediterránea. Sin embargo, la realidad es diferente, dado que se está produciendo una pérdida de adherencia de la población a esas dietas tradicionales, caracterizadas por resultar beneficiosas para el organismo y también por ser sostenibles, según alerta la Fundación Española de la Nutrición (FEN). En particular se ha identificado un descenso del consumo de lácteos, señala la FEN, a pesar de ser un alimento “fundamental” en la dieta.
En lo que se refiere a datos concretos del consumo, la institución apunta a la leche, los yogures y los quesos como los tres tipos de lácteos más consumidos en España en la actualidad. Sin embargo, existen otros que, pese a contar con una serie de propiedades muy interesantes para la salud general, no son tan populares. Este es el caso del kéfir, una leche fermentada que guarda ciertas similitudes con el yogur, aunque su consistencia es más líquida y su sabor tiene un toque ácido. El proceso de fermentación al que es sometido el kéfir le confiere una mayor variedad de bacterias y levaduras beneficiosas para el organismo, apunta el nutricionista Luis Zamora. A lo que se suma una ventaja más, su versatilidad a la hora de consumirlo: “Se puede tomar cómo y cuándo quieras, solo, en batidos o como postre”, explica.
Los beneficios del kéfir para la salud
Fuente: www.lavanguardia.com