El consumo de leche aporta una serie de beneficios a la salud que, por su composición, son difíciles de suplir con otros alimentos.
“Una dieta con suficiente cantidad de lácteos proporciona hasta el 33% de las necesidades de proteínas diarias”, puntualiza Claudia Narbona, académica de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Central.
Indica que el alto contenido en calcio y vitamina D en la leche favorece el desarrollo y mantenimiento de los huesos y dientes, mientras que “el alto contenido en proteínas afecta positivamente al control del sobrepeso y la obesidad. Esto se debe a la sensación de saciedad y disminución del apetito que produce la leche”, explica.
Detalla que la leche “contiene los 20 aminoácidos que necesitamos los humanos para sintetizar proteínas, especialmente los aminoácidos esenciales considerados limitantes de la síntesis proteica cuando no están presentes”.
Asimismo, el consumo de leche con bajo contenido graso contribuye a evitar la aparición de enfermedades cardiovasculares.
“Además, se ha detectado una menor incidencia de diabetes tipo 2 entre los consumidores habituales de productos lácteos”, acota.
Consumidores
Claudia Narbona informa que en Chile se ingieren alrededor de dos porciones al día de lácteos, pero “lo que recomiendan los organismos internacionales de salud es que se consuman tres”.
Precisa que los niños constituyen el segmento donde más se consumen lácteos, ya sea en leche, postre o todo tipo de quesos.
“Y luego va decreciendo a medida que llegan a la adultez, pues muchos han dejado la leche por la intolerancia a la lactosa, por ejemplo. Sin embargo, pueden consumir más quesos y otros productos como los fermentados, donde está la leche cultivada”, apunta la docente de la UCEN.
También asevera que los adultos mayores deben aumentar su consumo de leche, ya que ésta es una fuente de calcio y puede ayudar a prevenir malestares óseos, los cuales tienden a ser bastante comunes a esa edad.
“Las proteínas son bastante abundantes en nuestro cuerpo y participan en la conformación de tejidos y órganos, además de promover la formación de anticuerpos, imprescindibles para mantener la salud de las personas de la tercera edad”, recalca.
Beneficios
La académica manifiesta que de la leche y sus derivados, destacan como nutrientes el calcio y la vitamina D por su cantidad y alta biodisponibilidad.
“Estos dos micronutrientes están relacionados con el crecimiento y mantenimiento de los huesos. Así, si la ingesta de calcio disminuye, el organismo utiliza el calcio óseo para su correcto funcionamiento, lo que disminuye la densidad mineral ósea y debilita los huesos, que serán más susceptibles a sufrir fracturas”, informa.
Estos también están relacionados con la coagulación sanguínea, el metabolismo energético y neuromuscular, la función de enzimas digestivas, la división neuromuscular y la diferenciación celular. “Por estos motivos, el consumo de estos minerales resulta esencial, no solo durante el crecimiento y el desarrollo, sino en todas las etapas de la vida”, alerta.
Preferencias
Narbona plantea que los distintos tipos de lácteos pueden ser consumidos en cualquier edad. “Las preferencias son las que van cambiando con la edad, en donde, por ejemplo, los adultos prefieren consumir la leche en forma de leche cultivada, quesos y yogurt, mientras que el adulto mayor prefiere los productos más líquidos de más fácil deglución, la leche liquida sola o con sabor, leches cultivadas o postres de leche”, concluye.
Fuente: .lacuarta.com