Toda la leche y el pan en Chile serán enriquecidos con vitamina D, micronutriente gravitante para la salud de las personas, que está en déficit alarmante en la población de ese país.
El Diario Oficial ya notificó la modificación del artículo 211 del Reglamento Sanitario de los Alimentos, que entrará en vigencia en 2024.
La normativa, que hace obligatoria la fortificación de la leche y la harina de trigo con vitamina D, es una medida estructural de Salud Pública que permite corregir un problema nutricional sin que las personas tengan que consumir medicamentos, suplementos o cambiar de forma radical sus hábitos de vida.
Chile tiene una larga tradición de fortificación de alimentos, un trabajo muy colaborativo entre la autoridad sanitaria, las universidades -particularmente la Universidad de Chile- y los productores de alimentos, lo que ha permitido que el país no tenga grandes déficit de nutrientes. Sin embargo, los niveles de vitamina D han disminuido drásticamente.
"Nuestro país es un ejemplo único en América Latina en términos de bajas tasas de desnutrición materno-infantil. Tenemos experiencia valiosa fortificando alimentos con ácido fólico, yodo, hierro, vitaminas del complejo B, y hoy sumaremos la vitamina D. Esto va a contribuir a que las personas diariamente puedan alcanzar la recomendación de ingesta diaria de este micronutriente. Por ejemplo, el consumo de dos vasos de leche contribuirá a alcanzar el 50% de la ingesta necesaria", comentó Rodrigo Valenzuela, académico del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
A su vez, Francisco Pérez, director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) y quien ha investigado esta materia en el último periodo, señaló que "es lo que estábamos esperando todas las personas que trabajamos con vitamina D".
Explicó que "los déficit de la población chilena, tanto lo que mostró la Encuesta Nacional de Salud y los estudios individuales de distintas universidades, evidencian que todos los grupos de edad están afectados con bajos niveles de vitamina D".
Una serie de factores han contribuido a la baja en la Vitamina D, la cual mayoritariamente se obtiene de la exposición a la luz solar (80%) y el consumo de alimentos que la contengan como pescados y ciertos mariscos (20%).
La pandemia empeoró la situación al aumentar la obesidad a nivel mundial y que los periodos de confinamiento impidieran que la gente hiciera actividades al aire libre. El exceso de grasa corporal disminuye los niveles circulantes de vitamina D. El director del INTA coincidió que "la medida es correcta".
Recordó que en 1999 la harina se fortificó con ácido fólico "y tuvo un resultado excelente, se espera un buen resultado ahora también. Es una medida masiva que debiera tener efecto".
Está comprobado que la vitamina D mejora la respuesta inmunológica contra distintos patógenos y es vital para la estructura ósea, por lo que se espera una tendencia a la baja en las fracturas de cadera y osteoporosis, especialmente en adultos mayores. Lorena Rodríguez, subdirectora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, profundizó que "cuando en un país el déficit de un nutriente o micronutriente como en este caso la Vitamina D es de tal nivel de envergadura en que afecta a un alto nivel de la población, llegando a un 80% en las zonas más australes del país, pensar en que toda esa población va a poder recibir un suplemento para corregir ese déficit con un jarabe o una pastilla es absolutamente imposible. Sabemos el fracaso que tienen las prácticas de suplementación cuando deben ser permanentes". Por ello, apuntó, "lo que recomienda la literatura es la fortificación de algún alimento de alto consumo".
La norma afectará además a otros productos lácteos e incluso bebidas vegetales para aquellas personas con dietas veganas o vegetarianas.
"Es importante decir que esta fortificación es sistemática, permanente y mandatoria, es decir, viene por regulación, no es voluntaria, por lo tanto, eso asegura a todas las personas del país que siguiendo su alimentación normal sin hacer cambios en su dieta van a recibir cantidades suficientes de vitamina D para corregir o prevenir la situación de déficit. Esta política pública va a solucionar el tema sin que los individuos tengan que modificar sus conductas", completó Rodríguez. (ANSA).
Fuente: www.ansalatina.com