En el remate de este martes 19 de diciembre, correspondiente a la segunda subasta del mes realizada por la cooperativa neozelandesa Fonterra, el precio promedio internacional de los productos lácteos ha vuelto a subir, esta vez, lo hizo en un 2,3% respecto del evento anterior, cotizándose la tonelada en US$ $3.388.
En tanto, la producción comercializada cayó un 7,38 % para un volumen total de negocio de 29.559 toneladas.
En el desglose por categoría de producto se observa que el precio promedio ponderado por las cantidades rematadas para los distintos períodos de entrega registra un incremento para la leche en polvo entera de 3,3% hasta US$ 3.207/t, para el queso cheddar del 7,0% a US$ 4.265/t y la mantequilla un 10,6% hasta US$ 5.458 /t, siendo especialmente importante en estos últimos dos productos y una disminución para a leche en polvo descremada de 1,9% a US$ 2.620/T.
Respecto del comportamiento futuro los datos de Fonterra muestra un comportamiento positivo para la leche en polvo entera y la mantequilla hasta mayo y hasta el mes de junio para el queso cheddar, mientras que las cotizaciones de la leche en polvo descremada muestra un comportamiento errático.
Uno de los principales factores relacionados con estas subas en los precios internacionales es la expectativa del mercado de menor oferta mundial de lácteos el próximo año, generada como consecuencia de los recortes en los pagos a los productores por la leche producida en este segundo semestre de 2023, que incluso afectó a los principales exportadores de lácteos del mundo. Además, se suma al mayor número de descartes de vacas que se han producido en algunos países, como Estados Unidos y Argentina.
En Estados Unidos, uno de los tres mayores exportadores de lácteos del mundo, es posible observar una caída en el número de vaquillonas para reposición en la cadena lechera, debido a la competitividad con la cadena de carne, generando así dificultades en el crecimiento de algunos tambos en el país.
De este modo, con la posibilidad de una menor oferta el próximo año, las negociaciones internacionales siguen ganando fuerza y sus precios siguen encontrando espacio para nuevas valoraciones. Esto se debe a que, además de una menor oferta, también existe la expectativa de un aumento de la demanda en algunas regiones, como México, un gran consumidor de leche en polvo descremada, quesos y manteca, y que tampoco es autosuficiente en la producción de ninguna de estas categorías. Debido al crecimiento económico en México y la valoración de divisas en el país a lo largo de 2023, las expectativas son de crecimiento en la demanda de productos lácteos para el próximo año, lo que debería atraer aún más productos de su principal proveedor, Estados Unidos.
Fuente: Fonterra