Menos vacas y menos producción de leche, pero con más valor añadido, de la mano de lácteos funcionales y sostenibles. También un menor consumo de carne de vacuno y porcino, compensado por un aumento de la demanda de la carne de ave. Son algunas de las tendencias que se marcan en un informe que acaba de elaborar la Comisión Europea sobre las perspectivas agrarias para 2035.
Como es habitual, es un informe sujeto a numerosas incertidumbres, como se puede comprobar con anteriores informes, que han envejecido peor que la leche por factores económicos, ambientales o geopolíticos.
Ganadería de leche: producción y precios
La producción de leche crecerá a nivel mundial un 1,6% anual en la próxima década, pero por contra, en la UE se espera una reducción de entregas cada año de un 0,2%. El sector se verá limitado en la UE por estrictas políticas ambientales y de bienestar animal, si bien, un elemento positivo es que es esperable la producción de leche con mayor valor añadido para las granjas, procedente de sistemas extensivos, líneas ecológicas o con menores insumos externos.
El rebaño de vacas de leche se espera que se reduzca un 13% en el periodo 2023-2035, si bien la producción apenas se resentirá porque se espera un aumento medio de rendimientos de un 0,9% anual por vaca.
En cuanto a precios, tras los picos de precios de 2022 y 2023, la previsión es que el valor de la leche en el campo evolucione al alza en la próxima década con la inflación, por lo que en realidad el valor real de la leche se espera que se mantenga plano.
Producción y consumo de lácteos
El consumo interno absorberá en la próxima década en torno a un 88% de la producción y se espera que se mantenga estable, con una bajada de sólo un 0,1% anual. La peor parte, según la previsión, se la llevan los productos lácteos frescos (-0,7% anual) y la leche líquida, así como la leche entera en polvo. En la parte positiva, se espera un aumento de la producción de queso y sueros, en buena medida por el tirón de las exportaciones de ambos segmentos.
La mantequilla también tiene buenas perspectivas, igual que la leche en polvo desnatada. Para el yoghurt, entre tanto, se pronostica estabilidad, quizás con ligeros incrementos, de la mano de productos funcionales (por ejemplo los proteícos) o de consumo cómodo (bebibles).
La tendencia a productos funcionales y segmentados también se dejará notar en la leche líquida, donde se espera que el envejecimiento de la población fortalezca las líneas de leches con vitaminas y minerales añadidos. Es previsible también que los consumidores más jóvenes se decanten por productos con menos grasas y azúcares, así como adaptados a intolerancias, como las gamas sin lactosa.
Exportaciones lácteas
La UE ha consolidado en los últimos años su posición como líder mundial en exportaciones lácteas, en empate técnico con Nueva Zelanda, sumando la UE y Nueva Zelanda casi la mitad de las exportaciones mundiales.
En la próxima década, las exportaciones continuarán siendo importantes en la UE y representarán alrededor de un 12% de su producción. Con todo, es de destacar que el mercado mundial de la leche se desacelerará por la esperada reducción de la demanda china. En parte, se compensará con mayor demanda de otros países, como los del Sureste asiático o norte de África, si bien estas regiones también es previsible que aumenten su producción interna en la próxima década.
El consumo de carne seguirá a la baja
El consumo de carne de vacuno en la UE experimentó una disminución en 2023 debido a los elevados precios, la escasa oferta y una creciente preocupación por la sostenibilidad. Se proyecta que esta tendencia a la baja se mantendrá, llevando a una reducción en el consumo per cápita de carne de vacuno, que de los actuales 10 Kg./año pasará a 9,5 kg, representando una disminución del 6,9%.
Estas cifras, aunque diferentes, llevan el mismo tono en términos productivos: se estima que la producción de carne de vacuno en la Unión Europea disminuirá un 9,2% en comparación con la media de los años 2021-2023.
En cuánto a la carne de porcino, el informe de la Comisión Europea manifiesta que cuestiones como las preocupaciones ambientales y sociales, o la composición relativamente más grasa de la carne de cerdo afectarán a su consumo. Es por ello que se proyecta un menor consumo per cápita de carne de cerdo en la UE, con la previsión de que disminuirá anualmente a razón de un 0,7%, alcanzando los 29,7 kg en 2035. Esta cifra representa una caída significativa del 7% en comparación con los ya bajos niveles registrados en el período 2021-2023.
Por último, aunque se prevé que el ritmo de crecimiento del consumo de aves de corral en la UE se desacelere, la tendencia al alza seguirá a razón del 0,3% anual de aquí a 2035, situando el ratio anual per cápita en 24,9 kg, en comparación con los 23,7 kg actuales. La Comisión Europea Este explica el repunte con el precio relativamente asequible, la imagen más saludable de la carne de ave en comparación con otras carnes (especialmente la de cerdo), la facilidad de preparación y la ausencia de restricciones religiosas asociadas al consumo de aves de corral.
Fuente: https://www.campogalego.es/