La industria láctea española ha pedido que se blinde fiscalmente la leche y los lácteos otorgándoles el “mejor tratamiento” regulatorio y fiscal posible, que son alimentos de “primera necesidad para la población”.
Es una de las peticiones del decálogo presentado este jueves por la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) que presentará a las administraciones para “garantizar el suministro de materia prima y el futuro del sector”, según ha señalado su director general, Luis Calabozo.
En rueda de prensa, ha defendido esta necesidad y ha alentado a las administraciones a librar al producto de cualquier modificación fiscal de tal forma que se salvaguarde su condición de alimento “esencial”.
El objetivo, ha manifestado, es que toda la población pueda tener acceso a este producto que, “hoy por hoy, soporta un IVA reducido o superreducido”.
La leche y los quesos gozan de la supresión temporal del IVA aplicada por el Gobierno para el primer semestre del año en productos básicos para paliar la subida de los precios causada por la guerra en Ucrania.
En el decálogo, la industria ha demandado también que se asegure un valor para los lácteos que permita garantizar una remuneración “justa” a todos los eslabones de la cadena con el fin de “crear valor para repartir valor”.
En ese sentido, ha hecho referencia al funcionamiento de la Ley de la Cadena, cuyas posibilidades son “grandes” y supone una “gran mejora” frente a la normativa previa.
No obstante, ha echado en falta que esa ley no haya extendido al resto de los eslabones las condiciones contractuales “garantistas” de las que goza la producción primaria en su negociación con la industria.
Este decálogo, denominado “Por el futuro del sector lácteo en España”, reclama además garantizar el volumen suficiente de producción y aprovisionamiento de leche cruda promoviendo aquellas medidas que estimulen las decisiones de inversión de empresarios ganaderos e industria transformadora. También apuesta por promover el relevo generacional; por poner en valor el aporte nutricional de los productos lácteos; por crear las condiciones que garanticen el atractivo del medio rural en general y del sector lácteo en particular; y por priorizar las condiciones que aseguren la competitividad de todos los eslabones de la cadena.
El dossier se completa con la petición de establecer criterios “realistas” sobre los distintos modelos de granjas; adaptar los perfiles nutricionales de la OMS a las tradiciones, hábitos, necesidades y patrones de la dieta de cada país; y armonizar y ajustar los criterios de las iniciativas regulatorias medioambientales, garantizando el “equilibrio” entre los objetivos perseguidos y el abastecimiento “a costes asumibles” de este alimento.
Calabozo ha indicado que para lograr el objetivo del decálogo es necesario actuar sobre los tres “grandes” ejes de la cadena: la materia prima, el valor de la cadena y las condiciones de mercado.
En torno a estos tres ejes, las propuestas de Fenil “buscan impulsar no sólo la actividad de la industria transformadora, sino de toda la cadena del sector, desde la granja a los hogares españoles”.
Es un documento que presentarán a las distintas administraciones, entre ellas las comunidades autónomas en las que el sector lácteo tiene especial importancia.
La industria láctea española, compuesta por un 98,5% de pymes, factura 9.500 millones de euros al año, representa el 1,3% del PIB y genera 30.000 empleos directos.
Además, cerca del 40% de las instalaciones lácteas están ubicadas en poblaciones de menos de 2.000 habitantes, según ha informado.
Renovación contratos
Por otro lado, Calabozo ha instado a los operadores de la cadena a buscar el equilibrio en las negociaciones de los nuevos contratos de compra-venta de leche en función de la situación del mercado.
Es una de las apreciaciones que ha hecho este jueves durante una rueda de prensa para presentar el decálogo “Por el futuro del sector lácteo en España” y tras ser preguntado por los ganaderos andaluces que están tirando la leche como protesta porque la multinacional Lactalis, según mantienen, les ofrece renovar los contratos con una bajada de nueve céntimos por litro de leche entregada.
Calabozo ha respondido que se enmarca dentro de los “debates de oferta y demanda y de costes mayores o menores que siempre” se da “entre compradores y vendedores”.
Cada industria “tendrá que ver cuál es su posición en el mercado” en el que operan y si eso “le permite afrontar los costes de producción”.
Ha hecho hincapié en que el principal coste para una industria es la compra de leche, que se ha encarecido “un 60 %” en origen desde “antes de las crisis” geopolítica global y de la pandemia, pero también lo han hecho el resto de los insumos, como los envases, el transporte o la energía.
Según Calabozo, la industria “ha sufrido una erosión de márgenes y dificultades financieras muy importantes a lo largo de 2022”, lo cual “lastra su actividad y es una realidad”.
Teniendo en cuenta todo ese contexto, ha pedido que los contratos de compra-venta se cierren buscando el “equilibrio” entre los operadores del sector.
Fuente: https://efeagro.com/
