En total, entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del año pasado, entraron al país poco más de 72.589 toneladas con un valor CIF de USD 276, 6.
Así lo reveló el reporte de la Oficina de Planeación e Investigaciones Económicas de Fedegán-FNG con información del DANE.
Comparado con el 2021, el volumen es superior en 19,5% a las 60 737 importadas ese año (+11 852 t), mientras que el costo es casi 52% más alto, con casi 94,4 millones de dólares más.
En relación, el año que hasta ahora ostentaba el récord en importaciones lácteas, el volumen es 1,5% inferior a las 73 663 t de entonces, una diferencia de 1074 t. Sin embargo, el valor es un 35,9% más alto frente a los USD 203,5 millones de aquel entonces, +USD 73,1 millones.
En el informe de noviembre advertimos que si se importaban 4432 toneladas en el último mes del año, el 2022 igualaría el volumen de hace 2 años.
Sin embargo, en diciembre pasado entraron 3358 t que, si bien no es el número más bajo para ese mes respecto a años anteriores, sí es un 52% menor al de diciembre de 2021, cuando las empresas importadoras adquirieron un récord para diciembre de 7009 t.
Importaciones de lácteos más caras
Por orden de valor, la leche en polvo entera ocupa el primer lugar con USD 109,6 millones (39,6%), que fue el costo de 24 438,7 t. El segundo lugar es la leche en polvo descremada, con USD 104,7 millones para adquirir 29 204 t. Ambos productos suman USD 214,3 millones.
Le siguen 3143,2 t de queso fresco por USD 20,5 millones (7,4%), 10 868,7 t de lactosueros por casi USD 15,3 millones (5,5%), 2523,6 t de los demás quesos por USD 12,2 millones (4,4%), 822,1 t de queso rallado o en polvo por USD 6,4 millones (2,3%) y 795 t de queso fundido por USD 4,1 millones (1,5%).
El resto de productos, que incluyen 376 t de las demás leches con adición de azúcar así como yogur, queso de pasta azul, leche condensada, mantequilla, las demás leches y natas, entre otros derivados, suman 884,3 t para las que se han gastado 3,9 millones de dólares (1,4%).
Países de origen de las importaciones de lácteos
Al igual que años anteriores, Estados Unidos lidera la lista de países de origen con entre 45 y 55% de los costos destinados a este país. En 2022 fue un 49%, más de USD 135,5 millones para importar 37 241,7 t, de las cuales 26 161 son de leche en polvo (descremada y entera) por USD 94,1 millones.
El segundo lugar es para Chile, de donde se han importado 11 065 t por USD 46,3 millones (16,7%), de las cuales 10 200 t son de leche en polvo (7631 de entera y 2569 de descremada). De Bolivia se han comprado 7946 t solo de leche en polvo entera por USD 34,7 millones (12,6%)
De Argentina han llegado 4796 t por USD 15,8 millones (2381 t de leche en polvo), que son el 5,7% del costo total de las importaciones, y de Uruguay, 2629 t por USD 9,5 millones (3,4%).
El 6º puesto es de España con 1545,5 t por USD 7 millones (2,5%), el 7º es Bélgica con 1130 t por USD 6,1 millones (2,2%), Francia con 1220 t por USD 5,1 millones (1,8%), Irlanda con 1027 t por USD 4,2 millones (1,5%) y Alemania cierra el top 10 con 1310 t por cerca de USD 3 millones (1,1%).
El resto de países, entre los que están otros europeos como Italia, República Checa, Polonia y Países Bajos, así como Ecuador, Brasil o México, suman 2679 t por USD 9,5 millones (3,4%).
Como escribió el economista Óscar Cubillos en su columna y en anteriores artículos, aunque la tasa de cambio encareció las importaciones, el hecho de que «el precio internacional de la leche en polvo entera y descremada hayan venido hacia abajo en los últimos diez meses» así como una menor producción interna han motivado las compras de derivados lácteos del exterior.
Fuente: https://edairynews.com/