EI suelo, esa superficie aparentemente común que pisamos a diario, es en realidad un recurso esencial para la producción de alimentos y un pilar fundamental de nuestra seguridad y soberanía alimentaria. Cerca del 95% de los alimentos que llegan a nuestra mesa dependen en gran medida del suelo en que se cultivan. Pero su importancia no termina ahí; el suelo desempeña un papel crítico en la mitigación y adaptación al cambio climático, y en la conservación de la biodiversidad.
Lamentablemente, en la actualidad, enfrentamos una preocupante pérdida de calidad en nuestros suelos agrícolas. De hecho, el 79% de estos suelos muestra algún grado de degradación, y aproximadamente la mitad se encuentra afectada por la erosión, lo que significa que la capa superior de los suelos se está desplazando.
Esta pérdida no solo impacta negativamente la capacidad productiva de quienes trabajan en agricultura, sino también conlleva menores ingresos, menor competitividad y una mayor vulnerabilidad al cambio climático. Además, la sobreexplotación de los ecosistemas agrícolas a largo plazo amenaza la seguridad y soberanía alimentaria y la sostenibilidad de nuestro sector agropecuario.
Ante este panorama, es imperativo promover la adopción de prácticas de gestión sostenible de los suelos. Esto implica la implementación de incentivos y programas de capacitación para mejorar las propiedades químicas, Físicas y biológicas de los suelos. Solo de esta manera podremos asegurar la producción de alimentos a largo plazo y proteger el suelo como un activo Fundamental de nuestra seguridad y soberanía alimentaria.
Con este propósito el 3 de noviembre presentamos en la Cámara de Diputadas y Diputados un proyecto de ley denominado Sistema de Incentivos para la Gestión Sostenible de los Suelos Agropecuarios (SIGESS), que busca crear un programa que, con base en la experiencia previa, se sustenta en tres principios esenciales: un enfoque en la resiliencia de los sistemas productivos, una focalización basada en evidencia y una gobernanza fortalecida en diferentes niveles.
El SIGESS se centrará tanto en la recuperación de los suelos degradados como en apoyar a quienes trabajan la tierra y que juegan un papel crucial en la conservación y mejora de los suelos agropecuarios. Así las y los productores agropecuarios tendrán la oportunidad de implementar planes de manejo para el suelo. Esperamos que este proyecto se convierta en ley en muy corto plazo, para así fortalecer nuestro trabajo en materia de recuperación de suelos para la agricultura.
Por Ignacia Fernández, subsecretaria de Agricultura
Andrea García , directora de Odepa
Fuente: El Austral El Diario de Osorno – Campo Sureño