La incorporación de sensores, robots ordeñadores, empujadores y aspiradores puede mejorar la calidad de la leche, prevenir enfermedades y optimizar el uso de recursos, disminuyendo la necesidad de mano de obra.
Avanzar en la automatización de las labores, a través de robots y sistemas basados en inteligencia artificial –como robots de ordeña, alimentadores de terneros o aspiradoras robóticas, se ha convertido en una alternativa para enfrentar de manera más eficiente los crecientes desafíos productivos, ambientales y económicos que impone la producción láctea, y disminuir enfermedades y optimizando el bienestar animal y la calidad del producto final.
'El uso de este tipo de tecnología es súper útil para nuestro rubro y es lo que se nos viene. En nuestro caso, por ejemplo, ha sido vital para enfrentar la escasez de mano de obra', asegura Pablo Coquelet, productor lechero de la localidad de Paillaco, en la Región de Los Ríos, quien maneja cerca de 400 vacas.
De hecho, Ancali, una de las lecherías robóticas más grande del mundo, está implementando un programa que, a través de la IA y machine learning en cámaras de monitoreo, identifica patrones, reconociendo la interacción humano-animal y sus reacciones. 'Es algo bastante interesante y nuevo. Nos entrega mucha información y de manera detallada para tomar decisiones a la hora de analizar los manejos que tienen los animales dentro de las granjas', destaca el veterinario Enrique Bombal, de DeLaval, que trabaja en este proyecto.
El veterinario destaca que Chile es pionero en la incorporación de estas nuevas tecnologías robóticas y de IA en la región.
'Hemos sido pioneros, y el uso que podamos tener de esta tecnología, amparada en redes como 4G o 5G, nos permite contar con plataformas necesarias para poder traer distintos tipos de herramientas y robots, y poder operar a la vanguardia', destaca.
Añade que los productores nacionales las incorporan de manera expedita, y eso se refleja en indicadores relacionados con innovación. Chile siempre se ha reconocido en la región como un lugar muy ávido por los cambios en el sector agrícola y lechero, y en el manejo de los animales', expresa el veterinario.
La ordeña robótica
Los sistemas de ordeña robotizada, cuyo desarrollo ya tiene más de 30 años, con el creciente uso de IA adquieren cada vez más relevancia en la industria, ya que, al permitir automatizar completamente los procesos que involucra la ordeña, reducen e incluso eliminan la necesidad de contar con una mano de obra que escasea, explica Felipe Aceituno, gerente general de DeLaval Chile. Coincide Ignacio Henríquez, asesor de manejo animal de Lely Center Ceres, empresa que representa a la compañía internacional en Chile, quien explica que el uso de robots 'permite que se concentren los esfuerzos del personal en otras labores del predio y se flexibilicen los horarios de trabajo'.
Si bien el impacto de esta tecnología dependerá del tipo de lechería con la que se cuente –si es a base de confinamiento o pastoreo– y su tamaño, Felipe Aceituno asegura que hay experiencias en el país que permiten cuantificar el beneficio. Así, por ejemplo, comenta que a Ancali, lechería que tiene 90 robots de DeLaval, ha disminuido en alrededor de 40% su dotación de ordeñadores.
'Hay que tener claro que esta tecnología es mucho más fácil de usar en sistemas de confinamiento. En el caso de sistemas de pastoreo, todo es mucho más desafiante. De hecho, son pocos los países donde se usa como Nueva Zelandia, Irlanda y Chile', sostiene Aceituno.
Esto lo sabe muy bien Pablo Coquelet, quien en 2014 decidió invertir en un sistema de ordeña robotizada para hacer frente a la escasa disponibilidad de mano de obra que había en ese tiempo y mejorar la gestión de su negocio.
'El objetivo era que los trabajadores no estuvieran 4 horas en la mañana y 4 horas en la tarde ordeñando vacas, sino que pudieran hacerse cargo de otras labores en el campo. Y eso se logró', indica el productor, que en la actualidad cuenta con 4 robots de ordeña en su lechería.
Estos sistemas, en general, no requieren de personal de alta calificación, ya que están programados para realizar todas las labores, incluida la limpieza de las ubres, el sellado de los pezones y la higienización de las pezoneras.
Enfermedades y estrés térmico
Como con sensorres, los robots, además, generan gran cantidad de información, como la cantidad y el flujo de leche, porcentajes de grasa, proteína y la presencia de conductividad eléctrica –que se puede correlacionar con la presencia de mastitis– y sangre en la misma, entre otras cosas. Esa información es luego procesada por la IA que realiza proyecciones y permite tomar decisiones que mejoren los resultados.
'Los sistemas se van robusteciendo cada vez más, gracias a los datos que están tomando la gran cantidad de sensores puestos en las lecherías, instalados en distintas partes del cuerpo del animal, en cámaras de monitoreo, que detectan cómo se mueve el rebaño, qué tipo de comportamiento tiene, o sensores montados en bases móviles, como drones', destaca Bombal. Esos datos se pueden, por ejemplo, cruzar con marcadores genéticos y saber a qué enfermedades es propensa cada vaca, lo que genera la información que luego alimentará a la inteligencia artificial para la predicción.Con esto, además, mejora el bienestar animal, porque la vaca sufre menos estrés y, por lo mismo disminuyen ciertas enfermedades, como las cojeras. Incluso hay robots que aspiran automáticamente el estiércol de los sectores donde están los animales, generando un ambiente más limpio y agradable.
Bombal agrega que con la IA se monitorea la temperatura ambiental, lo que permite calcular índices de estrés térmico en las vacas. Comenta que están trabajando con el Consorcio Lechero, y otras instituciones, para crear un plan de monitoreo y anticipar entre 5 y 7 días si vienen olas de calor, y tomar las medidas para mitigar su impacto negativo en los animales. Comenta que además, mediante sensores, pueden revisarse las condiciones de ventilación del ganado bajo techo, para que no haya gases amoniacales, ni que el CO2 suba tanto, ya que puede producir irritación de las mucosas, y eso termina afectando la producción.
La inteligencia artificial también está ayudando a mejorar la alimentación de los animales.
Por una parte, a través de la IA se pueden reconocer patrones de consumo de cada animal, lo que permite suplementar las raciones generales de acuerdo a los requerimientos individuales, lo que mejora las condiciones de cada uno y, por lo mismo, el resultado productivo.En el programa de Ancali, a través de cámaras 3D que mezclan tecnología infrarroja, procesan las imágenes y los algoritmos de la inteligencia artificial entregan un puntaje de la condición de cada animal de manera cada vez más precisa. Ello se
complementa con sistemas de alimentación automática, que según el sistema hace la mezcla de manera automatizada (algunos de ellos aún no están en Chile).
En tanto, existen los robots empujadores ayudan a juntar y ordenar el alimento que las vacas desordenan. El mayor impacto de este robot, que puede realizar la tarea 24 horas al día, con lo que la ingesta aumenta, lo que genera que mejore la producción de leche.
Otra de las tecnologías que ayudan a la automatización de las lecherías son los alimentadores de terneros que permiten simular las condiciones naturales de ingesta del ternero, que puede así alimentarse cuando lo requiere y ganar peso más rápido. Al igual que con las ordeñadoras, estos sistemas se autohigienizan y, cuando existen riesgos de enfermedades, algunos incluso emiten alertas para que el productor pueda tomar medidas.
'Su utilización, además de generar cuantiosos beneficios a la lechería, ha ayudado a que los animales vayan familiarizándose desde pequeños con la dinámica robótica en una lechería', afirma Aceituno.
LUIS MUÑOZ G.-
Fuente: El Mercurio - Revista del Campo