Pese al complejo escenario económico y a los graves efectos de la megasequía, los protagonistas del sector confían en revertir pronto la baja productividad y escaso crecimiento del consumo, gracias al impulso que implica la constante innovación orientada al desarrollo de productos con más propiedades saludables que prometen conquistar nuevos y atractivos segmentos de mercado.
Si algo ha caracterizado al mercado nacional de la leche y los productos lácteos, es la extrema rapidez con que sus proyecciones de crecimiento deben adaptarse a las vicisitudes de un contexto altamente volátil e inestable, tanto a nivel interno como externo. Tras el impacto de la pandemia, las empresas del sector han debido enfrentar variables extremadamente complejas, como guerras externas, dificultades en la cadena logística internacional, primaveras cada vez más secas y, por cierto, el impacto de la crisis económica.
Todo ello se ha traducido en un constante encarecimiento de los costos de producción, lo cual se suma a la caída en el poder adquisitivo de los consumidores. Ambos factores, a juicio de los representantes de la Federación Nacional de Productores de Leche, Fedeleche, son los que aún no permiten aprovechar "todo el máximo potencial de crecimiento que tiene el sector", y que han dificultado una recuperación más sólida, tras el fuerte impacto de la crisis sanitaria. Contexto que, en palabras del gerente de la entidad, Carlos Arancibia, genera una natural reacción de emotividad negativa, "pero sabemos que la industria láctea nacional tiene la calidad productiva, la capacidad técnica y el talento humano para mirar el futuro con optimismo, y eso nos da certeza de que pronto retomaremos el crecimiento".
Tomando impulso para el futuro
El optimismo del gremio se basa principalmente en la tradicional confianza y preferencia que el público nacional expresa hacia los productos lácteos. Fidelidad que, a juicio de Carlos Arancibia se desprende de "la incuestionable calidad del producto lácteo nacional, así como de la consciencia que hoy tiene el público respecto de la importancia de incorporar la mayor cantidad posible de productos lácteos a su dieta diaria".
Y si bien los números recientes no han sido del todo positivos para el sector, en los últimos diez años el consumo en general si ha ido aumentado. "Además —enfatiza Arancibia— hoy también tenemos un crecimiento importante del mix de productos disponibles en el mercado. Todo ello producto de que la industria en general ha desarrollado nuevas variedades de leches, yogures, postres y otras gamas ricas en nuevos nutrientes, que están destinadas a responder mejor a las necesidades de públicos más exigentes y específicos".
Es por ello que el gerente de Fedeleche estima que, aun cuando el presente año también puede ser duro y complejo en términos de cifras y estadísticas, producto de la actual crisis económica, la visión general de la situación a mediano y largo plazo es positiva. Estamos completamente seguros de que "en cuanto el país retome el crecimiento normal, esa situación se reflejará en el consiguiente aumento del consumo de productos lácteos a tasas más acordes con lo que significa todo su aporte positivo para la salud de las personas", enfatiza.
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Fuente: indualimentos.cl
