Conciencia y responsabilidad son los ejes del cambio que exigen los consumidores a las firmas que comercializan productos de origen animal, las que han respondido validando su compromiso de producción respetuosa.
Una investigación encargada a Ipsos en 2017 por parte de la ONG Mercy for Animals reveló que 81% de las personas se preocupa por la forma en que la industria alimentaria trata a los animales, mientras que 57% piensa que restaurantes y supermercados deberían dejar de ofrecer productos que supongan sufrimiento para ellos.
Con el paso de los años, es algo que se va internalizando cada vez más en la conciencia de las empresas. Por un lado tiene que ver con las demandas de los consumidores. Y por otro, con el camino que las firmas recorren en materia de sostenibilidad: 'Es parte de lo que hoy se conoce como política ESG de las empresas, que tiene cada vez más relevancia', dice Luiz Mazzon, director general para América Latina de Humane Farm Animal Care (HFAC).
Es en este escenario que el programa Certified Humane, que impulsa esta organización, trabaja en asegurar protocolos y prácticas responsables en el manejo del bienestar animal, certificando industrias que procesan alimentos producidos por animales, y que incluyen huevos, lácteos, carnes (bovina, caprina, ovina y de aves) y todos sus derivados; así como también aquellos productos que utilizan ingredientes de origen animal.
Agrícola Santa Marta de Liray es una de las empresas certificadas. Su gerente general, José Luis Moure, dice que este sello se entrega a las firmas del rubro que tienen granjas con densidades adecuadas y que generan espacios para el desarrollo y comportamiento natural de la gallina ,'asegurando comida y agua a libre demanda y entregando en todo momento un ambiente con temperatura y humedad controlados'.
Para Sergio Bahamonde, encargado de Certificaciones, SSO & MA de Sociedad Agrícola y Ganadera Lácteos Tronador -otra firma certificada- más allá de mostrar de forma externa un sentido de la responsabilidad animal, este sello iría en línea con un interés propio y con las convicciones de cada organización. 'La obtención del sello parte por querer mejorar y hacer las cosas bien, por tener una organización comprometida', afirma.
Luiz Mazzon explica que Chile es, junto a Brasil, uno de los países con más productos certificados ofrecidos al consumidor final. A juicio del experto, es resultado de 'la popularización del concepto de bienestar'.Y si bien reconoce que esto es positivo, plantea que cuando la certificación de bienestar animal se convierta en un 'negocio', podría generar otros sellos 'sin tantas exigencias', lo que considera preocupante 'pues reduce el nivel de los requisitos de bienestar'.
Suplemento - SELLO CERTIFIED HUMANE Y BIENESTAR ANIMAL
Fuente: El Diario Financiero
