La demanda por dar un buen trato a los animales está llevando a las empresas a modificar sus estándares hacia un manejo respetuoso de las vacas de ordeña que, además, permita hacer más productivo al sector lechero.
Importantes avances ha llevado adelante la industria láctea chilena para lograr un manejo respetuoso de los animales de ordeña. El cumplimiento de la normativa, adoptar certificaciones de vanguardia, responder a las nuevas demandas de los consumidores y un trato más ético y considerado de las vacas están dentro de las razones que han motivado al cambio.
'Es relevante, pues es una obligación moral y ética en el mundo contemporáneo tratar bien a los animales. Es una demanda creciente de la sociedad y del mercado consumidor, que no solo busca la calidad sanitaria y el sabor de los productos de origen animal, sino también la calidad ética de lo que pone en la mesa de su familia', destaca Luiz Mazzon, director general para América Latina de Humane Farm Animal Care (HFAC).
Chile es uno de los pocos países de Latinoamérica con una Ley de Protección Animal enfocada en los sistemas de producción, donde el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) actúa como fiscalizador.'El bienestar del rebaño lechero va más allá de la normativa para los productores, ya que además de ser responsables de sus animales, saben que si están sanos, longevos y con bienestar, son más productivos', destaca Alejandra Viedma, coordinadora del Comité de Bienestar Animal del Consorcio Lechero, entidad que ha trabajado junto con universidades y el INIA para bajar a terreno la ciencia y la normativa, transfiriendo buenas prácticas en lecherías.
La obtención del sello Certified Humane, que garantiza que todos los productos que lo tienen provienen de animales no maltratados y que han tenido un trato humanitario y responsable en su producción, también es relevante. A la fecha, se han certificado más de 20 productores chilenos, principalmente para huevos y leche, lo que impacta a una cadena de más de 70 productores en operaciones certificadas.
Entre las buenas prácticas de bienestar animal que se están implementando, Mazzon destaca el cuidado de los terneros machos, la inclusión de la evaluación de productividad como parte integral de la evaluación del bienestar animal, el manejo tranquilo y compasivo de los animales, la provisión de agua para los terneros desde los primeros días de vida 'y, lo que es más importante, la comprensión del uso del comportamiento animal como una herramienta importante en el cuidado de los animales'.
David Van der Jagt, gerente general de Lácteos Tronador, cuenta que han introducido protocolos que han generado un impacto positivo en los trabajadores y animales, como indicadores de bienestar animal o buenas prácticas ganaderas 'como no gritarles a los animales, no apurarlos, hacerlos correr y en ningún caso golpearlos, que han tenido un resultado positivo'. Ello ha contribuido a tener vacas felices que son productivas, pero además sanas.
Antonio Hargreaves, director de la carrera de Agronomía de la U. Mayor, sede Temuco, acota que también se ha promovido el sistema de ganadería regenerativa, que acerca a los animales a la naturaleza y fomenta la economía circular, evitando el desperdicio de alimentos que perjudican la producción, como tener forraje en mal estado en el suelo.
Desafíos
Para Mazzon, aún quedan paradigmas que romper para hacer mejor las cosas.'Es posible criar animales sanos sin el uso de productos que mejoren el rendimiento', como medicamentos profilácticos, asegura.
Frente a ello, Viedma cree que se requiere articular a toda la cadena para abordar las distintas realidades de los productores. 'Se debe seguir trabajando en la difusión de buenas prácticas en bienestar animal en todos sus aspectos: alimentación, alojamiento, salud y comportamiento', dice.
Hargreaves agrega que falta poner énfasis en la fiscalización: 'Son temas difíciles de abordar en todos los predios o lecherías pequeñas que no tienen facilidad para hacer un buen trabajo con las vacas. No es cuestión de tratar bien a los animales porque sí, que es relevante también, sino de poder hacer una industria más sustentable'.
Por Francisca Orellana-
Suplemento - SELLO CERTIFIED HUMANE Y BIENESTAR ANIMAL
Fuente: El Diario Financiero