Rebaños lecheros: Los beneficios de realizar un adecuado monitoreo animal

Rebaños lecheros: Los beneficios de realizar un adecuado monitoreo animal

Conocer en tiempo real el comportamiento de la vaca y adelantarse a sus posibles enfermedades, permitiendo ahorrar costos e incluso disminuir riesgos productivos. Sin embargo, la capacitación en su uso será clave para un correcto uso.

La producción lechera es un negocio complejo y desafiante que exige un manejo reproductivo, sanitario y alimenticio de alto nivel, por lo que un monitoreo constante del animal es fundamental para lograr los objetivos comerciales y productivos. Y, en esto, el uso de la tecnología tiene mucho que aportar.

'Tener información de la vaca es muy valioso, ya que nos permite tomar las decisiones correctas. (Para eso) existen diferentes tipos de sensores de comportamiento, como GPS, temperatura, acelerómetros, los que recolectan la información y son traducidos a través de modelos matemáticos', dice Paola Santana, jefa del Área Técnica de la Unidad de Reproducción e Inseminación Artificial de Cooprinsem.

Estas herramientas permiten, entre otras cosas, conocer cómo se encuentra el animal en términos de salud e incluso adelantarse a la aparición de los síntomas clínicos.

Esto se debe a que la información emanada desde los sensores —en el mercado existen de diversos tipos y utilidades— permite detectar problemas de salud en un animal específico o en el rebaño completo hasta un día y medio antes de que empiecen a aparecer síntomas —aunque en algunos casos puede ser hasta 48 horas antes del inicio de los síntomas—, lo que permite adelantar los tratamientos o manejos necesarios, ahorrando dinero y mermando las potenciales pérdidas productivas.

'Depende mucho de los niveles de producción del rebaño, niveles de morbilidad y condiciones de economía local, pero normalmente se habla que solo el monitoreo de la salud puede mejorar el rendimiento económico en un rango de entre US$ 40 y US$ 80 por vaca con sensor/año', asegura Jacky Press, gerente global de monitoreo de Allflex, en el marco del 9° Congreso Internacional Chilelácteo 2022 organizado por Fedeleche.

En este sentido, Press señala que un estudio de la Universidad de Cornell en Nueva York, Estados Unidos, plantea que un adecuado monitoreo permite detectar, con un día y medio de anticipación, el 90% de las enfermedades de transición de un rebaño, mientras que el 90% de las mastitis sépticas, el 55% de las mastitis no sépticas y el 89% de los casos de indigestión 12 horas antes de la aparición de síntomas clínicos.

'La vaca no demuestra físicamente que está enferma, porque es un animal de rebaño por instinto. Entonces, cuando el sistema mide que la rumia empieza a caer y la actividad a bajar, generalmente ya va a aparecer en el reporte antes de que la vaca demuestre síntomas o sea detectado por el productor en la sala de ordeño o en alguna observación', dice Press.

'Los actuales sistemas están altamente validados, alcanzando un 95% de exactitud para la detección de celo y un 99% en comportamiento (alimentación y rumia)', dice Santana.

Las tecnologías de monitoreo existentes, ¿cuál escoger?

Las tecnologías de monitoreo existentes comprenden distintos tipos de sensores, como acelerómetros —que pueden ser podómetros (se colocan en la pata del animal) o collares (ubicados en el cuello de la vaca)—, los que ayudan a determinar el comportamiento de las vacas, de acuerdo a los pasos que dan o a la forma en la que se mueven en tiempo real.

Los de cambio de nivel permiten reconocer si la cola de la vaca se levanta por un tiempo determinado y también si la vaca está parada o acostada, y durante cuánto tiempo ha estado así. Todos estos movimientos permiten detectar, por ejemplo, cuando una vaca está próxima a parir. También existen sensores vaginales que miden la temperatura interna del animal, con el mismo objetivo de conocer la proximidad del parto. Otros, en tanto, permiten monitorear la producción y calidad de leche, detectar mastitis a través del cambio de conductividad eléctrica de la leche o por la detección de enzimas o cambio de color que aparecen como respuesta a la infección.

Los datos registrados por estos sensores se envían automáticamente a un servidor desde donde se pueden visualizar en tiempo real, tanto en celular como en computador, o incluso en una tablet.

En el último tiempo han surgido opciones que realizan un seguimiento del entorno productivo de la vaca y que, de alguna u otra forma, pueden alterar su productividad y bienestar.

Es el caso del Dispositivo de Identificación Individual Oficial (DIIO) electrónico LF (low frequency), que es un arete o crotal plástico que va en la oreja del animal y cuyo uso es obligatorio.

'Este puede brindar una mayor utilidad solamente de trazabilidad cuando se utiliza durante el trabajo en mangas, corrales, balanzas y dentro de la misma sala de ordeña. Utilizando dispositivos de lectura específicos, se puede capturar de forma automática información como el peso del animal, la productividad en la sala de ordeña, etc., lo que permite disminuir los errores de lectura o traspaso de información, que afectan directamente la calidad de este y, por ende, mejoran la capacidad de toma de decisiones, con información fidedigna', dice Francisco Sales, investigador de INIA Kampenaike y especializado en producción animal.

En este sentido, dice Sales, el DIIO puede utilizarse también junto a comederos automáticos que entreguen una suplementación específica a cada animal, ya sea por su productividad, edad o estado fisiológico.

Sin embargo, existen nuevas tecnologías. Una de estas es la identificación por RFID (radio frequency identification) de alta frecuencia, donde los crotales UHF (ultra high frequency) o de ultra alta frecuencia —a diferencia del DIIO— permiten obtener lecturas a una mayor distancia, así como lecturas masivas, e incluso utilizar portales de paso y control para facilitar el manejo de los animales.

Otra alternativa son los collares GPS asociados con tecnología LoRA WAN (long range wide area network) o una red de largo alcance, que permite obtener datos de un predio hasta 10 kilómetros a la redonda.

'Con LoRA WAN es factible la implementación de un sinfín de sensores, como detectores del nivel de agua en bebederos, funcionamiento de cercos eléctricos, aperturas de portones, sensores de temperatura y humedad de suelo para la siembra, entre otros, que permitirán el monitoreo del ambiente en el que se encuentran los animales, entregando información en tiempo real y precisa al productor o productora, facilitando la toma de decisiones y el manejo animal', complementa Sales.

 

Capacitación, un aspecto clave

De nada sirve contar con tecnología de última generación si los encargados de utilizarla y aplicar la información no saben cómo hacerlo. Por ello, los especialistas recomiendan realizar una capacitación y, en especial, un seguimiento de los trabajadores que se encarguen del monitoreo animal, sobre todo en las primeras etapas de la operación. Además, los operarios deben contar con el tiempo para revisar los reportes generados por el sistema.

'El productor debe disponer del tiempo para revisar los reportes básicos que entregan los distintos sistemas de monitoreo. Además, en forma complementaria, debería capacitar a su personal de lechería para hacerlo y que puedan tomar medidas correctivas en forma inmediata antes de que se magnifique el problema', dice Sergio Iraira.

Eso sí, los especialistas hacen hincapié en que la capacitación debe ser sobre el software que se esté utilizando, los datos que este entrega y los manejos a partir de dichos datos. Sin embargo,es importante considerar que esto no reemplaza el trabajo de un veterinario, el que debería mantener los controles o exámenes programados.

 

Cuánto invertir

Para decidir cuánto invertir en el monitoreo es necesario considerar el tamaño del predio, los objetivos de monitoreo, el número de sensores, entre otros factores.

En general, los valores de los DIIOS y los crotales UHF pueden ser similares o incluso por debajo de los US$ 1,5 por unidad.

'Cabe destacar que estos serían complementarios a lo que establece la ley actualmente, donde es el DIIO, el sistema de trazabilidad oficial. Por otra parte, podómetros o collarines pueden costar cerca de US$ 100 la unidad, mientras que los collares GPS varían en su valor y pueden partir en los US$ 60', dice Francisco Sales.

La tecnología LoRA WAN, puede costar cerca de US$ 1.500, a lo que habría que agregar el dispositivo de visualización de la información que suele estar asociado a un servicio de suscripción anual donde la compañía proveedora almacena los datos recabados en la nube.

Respecto al tiempo de recuperación de la inversión, puede ser muy variable, y dependerá casi exclusivamente del uso que el productor o productora haga de los datos y sea capaz de traducirla en información que impacte en la productividad de cada uno de los animales, dicen los especialistas.

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Por Rolando Araos Millar-

 

Fuente: Revista del Campo