La semana pasada, se desarrolló una nueva Asamblea Anual Aproleche Osorno, donde fui electo junto a Marcos Winkler, Christopher Spoerer y Alejandro Rudloff; para trabajar también junto a las directoras Alejandra Klagges, Rosemarie Avilés y Mónica Thompson, en un nuevo directorio del gremio lechero.
Postulé a ser director, porque he visto lo que se encuentra realizando la Asociación en materia de capacitación, y como han promovido que los productores tengan una mejor gestión al interior de sus predios.
Como profesional que trabajaba en Santiago en una empresa multinacional, siempre pensé independizarme en cierto momento de mi vida. Así nació el año 2017 la idea de poder implementar un plantel lechero en el sur, específicamente en la comuna de Puerto Octay. De esta manera, junto a mi familia empezamos este proyecto, y en la actualidad ya contamos con una lechería robótica de 3 robots y 210 vacas en ordeña.
Mirando objetivamente, la lechería es una actividad empresarial como cualquier otra, y como tal, más allá de la calidad de vida, de la naturaleza y el trabajo al aire libre; debe ser vista como tal: una empresa. En el mundo corporativo, la clave es “medir, planificar y capacitar”. Medir, porque no es posible controlar algo que no se mide. Planificar, porque es la mejor manera de buscar oportunidades y fortalecer la eficiencia. Y capacitar, porque es sin duda lo más importante: construir equipos de trabajo efectivos, comprometidos, y motivados.
Los grandes desafíos de la lechería en los tiempos actuales serán el lograr atraer a más profesionales jóvenes al agro, mantener a sus colaboradores, trabajar una mejor gestión en los predios, avanzar en afiatar el trabajo en equipo, e incorporar las buenas prácticas de las empresas al mundo agro.
El éxito de una empresa en la actualidad está basado no solo en generar rentabilidad, sino en potenciar las capacidades de sus colaboradores, estar constantemente innovando, ser sustentables y un aporte para la comunidad; y las lecherías del sur deben transitar hacia una profesionalización cada vez mayor de sus operaciones, con el fin de seguir siendo competitivos en un mercado global, y así llegar con la mejor leche del mundo a todos los mercados internacionales.
Por José Luis Vallarino, director de Aproleche Osorno
Fuente: El Diario Austral de Osorno