Sequía, guerras, enfermedades, plagas y cambio climático. Una diversidad de factores que afectan a la disponibilidad de cereales a nivel global, especialmente al trigo, que en los últimos tres años ha disminuido su producción.
'Hoy, el mundo, está en una situación que por tercer año consecutivo producirá menos trigo del que consume. Vemos un mercado muy afectado por el conflicto Rusia y Ucrania ya que ellos exportan el 30% del comercio mundial de trigo', dice Miguel Galdós, director regional de US Wheat Associates Latinoamérica.
Una respuesta es contar con variedades que respondan a las necesidades impuestas por la menor disponibilidad hídrica, aumento de la salinidad en los suelos y cambios drásticos en las temperaturas. Y a eso se han enfocado, desde hace ya algunos años, investigadores en el mundo y también en Chile.
En el país se trabaja en el desarrollo de nuevas variedades para trigos invernales, alternativos y primaverales, buscando que el cultivo esté adaptado a las zonas productivas chilenas, mantenga altos rendimientos, pero con menos agua e insumos, lo que ayudará a satisfacer fundamentalmente la demanda interna tanto para consumo animal como humano.
'A inicios de julio 2022 se publicó un estudio en Nature, donde se revela que el rendimiento mundial del trigo es apenas la mitad de lo que podría ser debido al potencial genético no aprovechado', dice Francisca Castillo, CEO y directora de Investigación de Neocrop Technologies, empresa que creo una plataforma que integra tecnologías de vanguardia para acelerar los ciclos de producción.
Por ello, añade Francisca Castillo, los expertos internacionales del estudio de Nature proponen como solución el desarrollo de variedades de trigo adaptadas a cada región aprovechando los bancos globales de genes de trigo y técnicas modernas de mejoramiento, haciendo mención especial a la edición genética, que es a lo que se están abocando. A futuro, una de las características importantes a trabajar radica en la tolerancia a la sequía y/o calor, permitiendo que el cultivo no reduzca su producción bajo condiciones de escasez hídrica u olas de calor, en comparación a los trigos convencionales.
Aumentar rendimientos
Así, por ejemplo, Anasac, en los últimos años, ha introducido una serie de variedades tanto de trigo harinero como candeal.
En el caso de los harineros, destaca la variedad invernal Patras que llega a 120 quintales por hectárea (qq/ha) e incluso, en casos excepcionales, ha llegado a 140 qq/ha, lo que la hace competitiva considerando que rendimientos sobre 100 qq/ha son atractivos para los productores.
'Este tipo de variedad va acompañado de un paquete tecnológico importante: tratamiento de semilla, preparación de suelo, sistema de siembra, fertilización según análisis de suelo y en momentos oportunos, etc. Que apunte a optimizar este rendimiento', dice Ricardo Behn, gerente de semillas de Anasac Chile.
En el caso del trigo alternativo, cuentan con la variedad Don Feña, que se siembra principalmente desde Maule hacia el sur. Al ser de un ciclo más corto tiene potenciales algo más bajo que las variedades invernales, con productividades que suelen llegar a 80 qq/ha.
Mientras que en los trigos primaverales —de ciclos más cortos— destaca la variedad Don Manuel.
'Esta variedad se caracteriza por ser muy estable en diferentes ambientes y tener buen porcentaje de gluten, proteína y sedimentación. Además, tolera bien las enfermedades', dice Behn.
El ejecutivo adelanta que el próximo año lanzarán Don Tito, una variedad primaveral de ciclo intermedio, con un interesante potencial de rendimiento y calidad.
Respecto al trigo candeal, Behn cuenta que la variedad Tamadur, liberada el año pasado, muestra un potencial de rendimiento de más de 80 qq/ha, aunque esperan validar los resultados a mayor escala en diferentes condiciones a finales de la temporada 2022/23.
'Esta variedad tiene buenos parámetros de la proteína B14 y buena calidad de semolina. Además, en la mayoría de los casos no presenta blanqueado, es decir, el grano se mantiene vítreo', dice Behn.
Las apuestas de INIA
Por más de 20 años, el Programa de Mejoramiento del Trigo desarrollado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) ha trabajado en una variedad de trigo candeal que, dentro de tres años más, podría ver la luz comercial. Se trata de la línea cuyo nombre provisorio es H-7107.
'Esta línea alcanzando un potencial de rendimiento de entre 6-7 t/ha (60 a 70 qq/ha), tolera moderadamente las principales enfermedades y con buena calidad industrial para la elaboración de pastas', explica Christian Alfaro, investigador del INIA Rayentué.
Esta variedad sería ideal para la zona del secano mediterráneo de Chile —entre la Región Metropolitana y la Región de Ñuble—, caracterizado por altas precipitaciones en invierno, mientras que en primavera suele sufrir lo que se denomina como 'sequía terminal' que, según Alfaro, se puede resumir como la combinación de falta de agua y altas temperaturas lo que dificulta el llenado del grano.
En estas zonas, agrega Alfaro, el trigo se debe producir bajo riego.
'Chile es uno de los pocos países que produce trigo candeal bajo riego, tanto en la zona de origen de la especie como en la mayoría de los países mediterráneos, siendo que este es un cultivo de secano', dice Alfaro.
Otro desarrollo que avanza a pasos agigantados es el que busca desplazar a Pantera-INIA, el buque insignia de la institución en lo que a desarrollo de trigo se refiere y que fue liberado en 2007. Aquí, el genotipo QUP 2418-2007 apunta a ser una pieza clave ya que según los ensayos realizados hasta ahora, no solo es más eficiente en el uso del fósforo y del agua que Pantera, sino que además alcanza rendimientos de hasta 50 qq/ha en comparación con otros genotipos sensibles al estrés hídrico que llegan a 20 qq/ha.
'Un aspecto muy interesante de la selección a la falta de agua es que el genotipo tiene la capacidad de responder, es decir, aumenta el rendimiento cuando hay mayor disponibilidad de agua, pudiendo incrementarlo en un 42%. Se puede decir que es un genotipo que presenta plasticidad', dice Iván Matus, investigador del INIA Quilamapu.
Buscando más fibra
Con el objetivo de obtener un trigo que supere en al menos 10 veces el nivel de fibra respecto a variedades comerciales, la empresa Neocrop Technologies, en alianza con Campex Baer en Chile y Buck Semillas en Argentina, utiliza una plataforma tecnológica que integra la edición CRISPR/Cas9, speed-breeding y machine learning. Estas técnicas, explica Daniel Norero, jefe de operaciones de Neocrop Technologies, permitirían tener resultados en 4 a 5 años, lo que contrasta con los 10 a 12 años que suele durar el desarrollo de variedades con herramientas convencionales.
Así, por ejemplo, en trigo y avena, que su ciclo de siembra a cosecha en campo demora 5 a 6 meses, lo obtienen en apenas 2 meses, permitiendo 6 cosechas seguidas durante el año. 'trabajamos con nuevos cultivos para adaptar y estandarizar protocolos', dice Francisca Castillo.
RECUADRO
¿Cómo elegir una variedad de trigo?
Los especialistas insisten en que quienes opten por sembrar trigo este y el próximo año deben fijarse en ciertas características para generar una buena rentabilidad.
'Lógicamente se busca maximizar el ingreso económico, y esto pasa por combinar factores como alto rendimiento y buen rendimiento industrial o calidad panadera, los cuales no siempre van de la mano', dice Tomás Mac-Crea, gerente de Alimentos-Semillas-Veterinaria de Copeval.
Mac-Crea asegura que, por ejemplo, la calidad panadera se paga diferenciada en al menos 3 categorías según el nivel de gluten que tenga cada variedad: así el trigo fuerte es el de mejor precio, luego viene el intermedio y finalmente el débil es el que se paga a menor precio.
'En general, cuesta combinar exitosamente un alto rendimiento con una calidad panadera fuerte, que es lo que proporciona el mejor resultado económico al agricultor', dice el gerente de Alimentos-Semillas-Veterinaria de Copeval, quien añade que lo recomendable es apostar por variedades que tengan rendimientos de 80 qq/ha hacia arriba para tener un negocio medianamente rentable.
Otro aspecto a tener en cuenta es hacer un adecuado diagnóstico en el lugar donde se planea realizar la siembra de trigo. De esa forma, se puede apostar a una variedad que rendirá adecuadamente.
Por ello, será fundamental conocer las condiciones ideales para que una determinada variedad exprese todo su potencial de rendimiento.
'Estos aspectos, en general, son la localidad donde se va a realizar la siembra, pluviometría de dicha zona, fertilidad de suelo, acidez de suelo, rotación de cultivo, preparación de cama de semilla, tratamiento de semilla, manejos de control de malezas, uso de acortadores de caña si fuesen necesarios, control de hongos en el follaje, control plagas e insectos, aplicaciones de nitrógeno en momentos específicos (por ejemplo una aplicación tardía para además aumentar los niveles de proteína si se está pensando en alimentación animal), etc', dice Jaime Lopetegui, jefe técnico del Departamento Agrícola de Cooprinsem.
Lopetegui cree que si bien esta pauta es una guía útil, esta debe ser combinada con el conocimiento técnico del cultivo, ya que además de tener claro qué aplicar, hay que saber cuándo y cómo aplicarlo.
Lo mismo aplica para la semilla, esta debe idealmente estar certificada, debe cumplir con todos los estándares de pureza varietal, pureza física, buen calibre, excelente vigor y poder de germinación.
Así, se aprovechará al máximo el rendimiento del cultivo.
'(Hay rendimientos que) pueden llegar a 150 qqm/ha, si es que todas las variables estuvieran controladas. (Por ejemplo) es probable que el salto de 130 qqm/ha a 150 qqm/ha esté influenciado fuertemente por la capacidad que exista de proporcionarle humedad al cultivo entre primavera e inicios de verano', dice Jaime Lopetegui.
De hecho, es por este mismo (humedad y pluviometría) factor que los cultivos anuales avanzan cada vez más hacia el sur, buscando justamente humedad.
'Por ejemplo, hace unos años era impensado que trigos candeales pudiesen llegar a la zona de Los Ángeles o La Araucanía, y hoy ya los tenemos instalados en estas zonas', dice Lopetegui.
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Fuente: Revista del Campo
