Dirigentes gremiales del agro observan con preocupación la aprobación de la norma en la Convencional Constitucional que establece como un deber del Estado “garantizar y promover los derechos de la naturaleza”, afirmando que se pone en riesgo la producción silvoagropecuaria y de alimentos.
El vicepresidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), José Miguel Stegmeier, dijo a Diario La Tribuna que “es muy complejo referirse a “derechos de la naturaleza” en una Carta Fundamental o Constitución de un país.
A su juicio, “es mucho más congruente y factible de aplicar el que se estipulen articulados referidos al cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad, ya que en términos genéricos constitucionalizar los “derechos de la naturaleza”, por ser un concepto tan abstracto, puede finalmente ser imposible llevarlo a la práctica en materias o legislaciones concretas y realistas”.
El dirigente apuntó que “como sociedad, lo que tenemos que lograr es que, en un contexto de respeto y cuidado de la naturaleza o medio ambiente, el ser humano pueda prosperar y mejorar su calidad de vida, por lo tanto, como la Constitución es precisamente un resguardo y amparo de las libertades, deberes y derechos de las personas respecto del poder del Estado y de otros centros de poder, sean internos o externos, es lógico entonces el que en primer lugar sea considerada la especie humana y su entorno en esta Carta Fundamental”.
Debido a dicho planteamiento, Stegmeier indicó que “desde esta perspectiva, no podría esta figura que representa a una naturaleza abstracta, estar por sobre las personas y sus actividades”.
AMENAZA AL DESARROLLO AGRÍCOLA
Para el presidente de la Federación Nacional de Productores de Leche (Fedeleche), Marcos Winkler, “las implicancias en general por las medidas tomadas por la Convención Constituyente generan muchas aristas donde quedan dudas que estamos trabajando bastante de cerca”.
El dirigente planteó que lo que “necesitamos para producir son certezas, y si esas certezas no las tenemos, producir es muy difícil, si nos cambian ciertas estructuras, nos van a impedir producir leche, carne o trigo, por ejemplo y eso finalmente va a producir hambre, cosa en la que la gente no se está dando cuenta, nosotros producimos alimento y con eso alimentamos además a todo el país y al mundo”.
Winkler dijo que “estamos viendo esto con preocupación y estamos tratando de ocuparnos para hacer algún cambio, porque existe la posibilidad que se ponga en riesgo la alimentación de todos los chilenos, porque podríamos quedarnos sin producir alimento, así que la verdad es que el tema es bastante complicado, por lo que lo estamos trabajando muy de cerca”.
El vocero de Fedeleche agregó que “somos importantes en la economía de la región y del país y de hecho, post-pandemia hemos jugado un rol importante en la recuperación económica porque el dinero que circula alrededor de la agricultura queda en la región y en las ciudades, no es solamente el trabajo directo de la persona que trabaja en el campo, sino que además es el dinero que queda circulando alrededor del campo, por ejemplo, en el caso de las lecherías, todos sus ingresos van a parar a las ciudades que están al lado de la lechería, todo el movimiento de dinero termina en la misma ciudad, en la décima región, por ejemplo, el panadero, la persona que vende zapatos, la persona que vende lubricantes, todos viven en relación al dinero que mueve la agricultura, por lo tanto, si no podemos hacer más agricultura, las mismas ciudades quedarán sin recursos”.
NO ES MATERIA CONSTITUCIONAL
Por su parte, el presidente de la Multigremial del Biobío, Jorge Guzmán Acuña, advirtió que “la inclusión de derechos de la naturaleza como hasta el momento se ha planteado por un grupo de constituyentes con una visión eco-céntrica de la vida más que antropocéntrica, trae muchas complicaciones”.
A su juicio, definir cuáles son los derechos de la naturaleza “no es fácil y, por otro lado, la Constitución actual fue una de las primeras en el mundo que reconoció el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación y que obliga al Estado a preservar la naturaleza, por lo tanto la defensa del ecosistema se puede hacer desde las leyes, pero ponerlo directamente en la constitución traería una serie de complejidades, en tanto cualquier persona o grupo ambientalista o ecologista podría demandar en tanto no se estuvieran respetando ciertos derechos de la naturaleza consagrados en la constitución y eso podría traer problemas desde el punto de vista productivo no solo a nuestra región, sino que a todo el país”.
Guzmán dijo que “el centro de la Constitución deben ser las personas y materias como estas se pueden trabajar a través de las leyes, de hecho, hoy en día existen una serie de organismos del Estado que permiten regular esta situación de manera bastante completa y sin afectar la producción de alimentos que se da en nuestra región para el país y el mundo”
Fuente: Prensa La Tribuna