Si bien en Glasgow no se consiguieron los objetivos esperados, la urgencia sigue presente: hay que disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y capturar el máximo de carbono existente en la atmósfera.
En esa carrera, 'la agricultura es la industria que tiene más posibilidades de desacelerar el cambio climático y de disminuir el carbono que ya está en la atmósfera', dice Fernando Derossi, gerente global de agrotecnologías, soluciones sustentables y servicios de UPL.
La realidad es que a nivel de producción agroalimentaria, en Chile y en el mundo están ocurriendo cosas que buscan avanzar hacia la carbono neutralidad. Se trata, en su mayor parte, de iniciativas privadas, lideradas en ocasiones por empresas, en otras por científicos e investigadores, académicos y organizaciones no gubernamentales. Directa o indirectamente, involucran a los productores.
Una de estas iniciativas es el llamado 'Gigaton Challenge', impulsada por el conglomerado global UPL, y que busca reducir mil millones de toneladas, equivalentes a las emisiones de la agricultura, y en la que participa, entre otros organismos, la Fundación Fifa. La iniciativa lleva poco más de un mes funcionando en Brasil y Argentina, y la semana pasada se lanzó en Chile. Incluirá a cerca de 25 países. Además de los de América Latina, considera a Estados Unidos, India y algunos de la Unión Europea, entre otros.
'El sector agricultura contribuye a las emisiones de dióxido de carbono en torno a un 11% a nivel global y a entre un 20% y un 25% del total de los gases de efecto invernadero (GEI). Es decir, es parte del problema, al igual que todos los otros sectores económicos. Por ello es que decidimos tomar una acción activa en la reducción de las emisiones, para avanzar hacia el carbono cero, y también, como una manera reparadora, ayudando al secuestro del que ya está en la atmósfera', explica
El avance a la carbono neutralidad de la industria hacia el 2040 pasa por sumar a toda la cadena productiva y actividades de la empresa, para lo cual han sumado a entre 80 y 100 empresas, explica el ejecutivo.
'Esto lo enfrentamos desde el compromiso de cómo hacemos para mejorar lo que se emite en el mundo. Vamos a reducir del dióxido de carbono atmosférico un gigatón, es decir, un billón de toneladas, lo que está alineado con el compromiso de ser carbono neutrales al 2040, pues así actuaremos no solo dejando de emitir, sino también ayudando a secuestrar', dice.
Conseguir esa disminución, plantea Derossi, considera involucrar a empresas, industria y a los agricultores. Y para ello ya están instalando pilotos en los distintos países donde están participando.
'Lo que hacemos es generar pilotos en predios de productores, en donde se analizan las líneas de base de cuánto carbono hay en la materia orgánica. Esto permite entender desde dónde parte esa base, para luego poder apoyar con estrategias como, por ejemplo, qué prácticas agrícolas se pueden cambiar para secuestrar más carbono o mantener ese secuestro o mejorarlo y generar así un stock', explica Derossi.
Una vez que se tenga clara la línea base del predio, se genera un plan de acción con los productores, para ver cómo aumentar la captura o mejorar esa retención, con diversas acciones que pueden implicar cambios en las formas de cultivo, como, por ejemplo, aumentar.
'Se plantea la posibilidad de establecer así un objetivo para poder generar un adicional que luego se pueda transformar en un crédito de carbono, que pueda emitirse y de esa forma el productor, además de tener un impacto ambiental positivo, cuente con una nueva fuente de ingresos. Lo importante es que estamos hablando de sustentabilidad, lo que involucra lo social, lo ambiental y lo económico', recalca el especialista.
Derossi insiste en que esto es una acción que debe ser unificada y en la que cada parte tiene un rol. 'Nosotros lo que hacemos es implementar los análisis de líneas base, y el productor se suma al poner la tierra, a ayudarnos con información clave. De esta forma se le apoya con costos para hacer este análisis. La idea es que no se complique económicamente a un productor. Luego de esto se acompaña con seguimientos, por satélite, por ejemplo, para ir viendo la evolución y el impacto de las prácticas que se implementan'.
Por ahora, los pilotos se han estado realizando en cultivos extensivos y con productores que han manifestado interés por mejorar prácticas sustentables. Así, en América Latina, en Argentina ya hay cerca de 50 productores y en Brasil alrededor de 20.
'Cada país, e incluso cada región dentro del país, tiene realidades distintas. Por ejemplo, en India hay productores con media o menos hectáreas. Lo que se busca es tratar de hacer un apalancamiento de todos los conocimientos globales, pero adaptándose a cada realidad local. Hay que entender que ningún campo es igual', dice.
En Chile miran las frutas
En Chile están planificando que esté avanzado en 2022. Por ahora están en la etapa de ver con quiénes trabajarán.
'La idea es que sean productores que tengan interés en innovar, de disponibilizar su tiempo, su campo y la posibilidad y el interés de trabajar en equipo. A partir de ver qué tipos de productores se van a sumar, nos adaptamos a esa realidad. En Chile vamos a estar trabajando en entender las principales problemáticas, para ir avanzando en conjunto con el productor', explica.
Hasta ahora, por los países en que han partido, se han enfocado en los cultivos extensivos, pero para Chile están evaluando el tema frutícola. 'La realidad de Chile es muy distinta a la de Argentina y la de Brasil. Por ello vamos a hacer pilotos en frutales', explica.
En cuanto al tema ganadero, en Brasil y Argentina ya han implementado algunos para pasturas, 'pues son una de las mejores formas de fijar el carbono en los campos', dice.
'Esto es un beneficio general. No solo para el medioambiente. Si se consigue fijar mayor cantidad de carbono a nivel de raíces, los cultivos crecen mejor, se obtienen mejores rendimientos, y hay un beneficio económico para el productor', dice Derossi, e insiste en la importancia de que los productores agroalimentarios se jueguen también por los bonos o créditos de carbono.
'La forma de avanzar a la carbono neutralidad es a través de un modelo ecosistémico. Creemos que es la forma de ser exitoso', plantea.
Por qué la Fifa
Para el Mundial de Qatar 2022 se buscará ser carbono neutral, para lo cual deben considerarse todos los aspectos involucrados en los juegos. Uno de ellos es también la alimentación. 'La Fifa va a conseguirlo, parcialmente, a través de la compra de créditos de carbono y la idea es que muchos de ellos vengan de proyectos agroalimentarios', dice.
Por Patricia Vildósola Errázuriz -
Fuente: El Mercurio - Revista del Campo