La bebida vegetal se consolidó como una alternativa popular a la leche de vaca, especialmente entre quienes buscan opciones libres de lactosa o productos que no estén realizados a base de animales. Sin embargo, un reciente estudio reveló que estas alternativas podrían ofrecer un perfil nutricional menos favorable que la leche convencional, marcando una diferencia más notable de lo que se pensaba
La investigación se enfocó en analizar los nutrientes y procesos de elaboración de distintas bebidas vegetales y compararlas con la leche animal. Uno de los hallazgos más importantes fue el impacto de la reacción de Maillard, una transformación química que ocurre durante el calentamiento y que afecta tanto el sabor como el valor nutricional de estas bebidas.
Aunque la menor cantidad de proteínas y aminoácidos esenciales en las bebidas vegetales no es sorprendente, el estudio también encontró la presencia de ciertos compuestos químicos, como acrilamidas, en niveles bajos que no representan un peligro inmediato.
El estudio analizó 12 tipos de bebidas, incluidas dos de leche de vaca y diez alternativas vegetales, para evaluar sus diferencias nutricionales.
La leche de vaca destacó por su contenido de proteínas, con 3,4 gramos por litro, mientras que solo dos de las bebidas vegetales alcanzaron esta cifra, y las demás ofrecieron entre 1,1 y 1,4 gramos por litro. Además, la cantidad de aminoácidos esenciales, fundamentales para una dieta balanceada, fue considerablemente menor en las opciones vegetales.
Una de las claves detrás de esta diferencia se encuentra en la reacción de Maillard, que ocurre durante el calentamiento de alimentos y modifica tanto su composición química como su perfil nutricional.
Este proceso, que también se utiliza en las bebidas vegetales, genera compuestos llamados productos de la reacción de Maillard (MRP), entre los que se identificaron acrilamidas en las de avena y almendra. Si bien su presencia es baja y no genera riesgos inmediatos, está relacionada con las etapas de tueste de los ingredientes.
Por otra parte, siete de las diez bebidas vegetales presentaron niveles más altos de azúcar en comparación con la leche de vaca. Esto, sumado al procesamiento adicional que requieren las opciones vegetales para imitar la textura y sabor de la leche, resalta las limitaciones nutricionales de estas alternativas.
Aunque el estudio no desaconseja el consumo de bebidas vegetales, enfatiza la necesidad de contar con información más clara en el etiquetado. Esto permitiría a los consumidores elegir productos basados en sus necesidades específicas, ya sea desde una perspectiva nutricional, ambiental o ética. Además, los investigadores recomiendan reducir el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados como una medida para promover una alimentación más saludable y sostenible.
Fuente: https://www.c5n.com/
