La diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de azúcar en la sangre, que afecta a más de 500 millones de personas en todo el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Entre los principales factores de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2 se destacan el sobrepeso, la falta de actividad física y una mala alimentación, con bajo consumo de frutas, verduras y proteínas saludables.
Un grupo de investigadores argentinos publicó un estudio en la reconocida revista internacional Frontiers in Nutrition que evaluó los beneficios del consumo frecuente de yogur para la prevención y control de la diabetes tipo 2 y la obesidad.
El documento remarcó que, teniendo en cuenta que la alimentación global es poco diversa y con amplias brechas en alimentos nutritivos, el aumento, así sea moderado, del consumo de yogur tiene el potencial de “mejorar hasta un 10% la densidad nutricional de la dieta”.
Los autores del estudio son los reconocidos científicos e investigadores argentinos Sergio Britos, Mónica Katz, Gabriel Vinderola, María Elena Torresani, Andrea González, Florencia Flax Marcó y Jacqueline Schuldbergh
El yogur es un alimento versátil y puede combinarse con cereales integrales y frutas, o como aderezo en ensaladas (Imagen ilustrativa Infobae)
En Argentina, 6 de cada 10 personas mayores de 18 años presentan obesidad o sobrepeso, y más de 1 de cada 10 tiene diagnóstico de diabetes o presenta alteración de la glucemia. Estas cifras han aumentado y agravan el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según la última encuesta nacional de factores de riesgo del Ministerio de Salud.
El licenciado en Nutrición Sergio Britos, director del Centro de Estudios sobre Política y Economía de la Alimentación (CEPEA) afirmó: “Los consumidores de yogur ingieren más nutrientes esenciales, como minerales (calcio, potasio, magnesio, zinc), vitaminas (B2, B12, D) y proteínas, y menos grasas”.
Britos, quien también dirige la diplomatura universitaria de Alimentación Saludable y Sostenible en la Universidad Católica Argentina (UCA), indicó que “está demostrado que los niños que consumen yogur con frecuencia tienen una dieta general más saludable: consumen más frutas, cereales integrales y leche, lo que indica un mejor perfil nutricional. Lo mismo sucede en adultos, los consumidores de yogur suelen ingerir menos frituras, carnes procesadas y rojas, pizzas, bebidas azucaradas o alcohol”.
Por su parte, otra de las autoras, la licenciada y doctora en Nutrición María Elena Torresani, directora de la especialización en Nutrición y Obesidad de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino de Tucumán y docente de la carrera de Nutrición de la Universidad Favaloro, destacó: “El yogur es una matriz versátil que además permite sumar el efecto beneficioso de otros alimentos como cereales integrales y frutas, en cualquier momento del día. Y las oportunidades se amplían si se lo considera más allá del desayuno o la merienda, como ingrediente para la elaboración de otros platos en forma de aderezos o en ensaladas, como es cada vez más habitual aquí y es cotidiano en otras partes del mundo”.
Al respecto, el doctor Gabriel Vinderola, investigador principal del Instituto de Lactología Industrial (CONICET-UNL) y docente de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral, planteó que “además de probióticos y proteínas de alta calidad, entre otros nutrientes, su combinación con otros alimentos puede proporcionar fibras prebióticas, ácidos grasos y una combinación de vitaminas y minerales con el potencial de ejercer efectos sinérgicos sobre la salud. Esto convierte al yogur en un alimento sumamente recomendable, considerando su asociación con patrones de alimentación saludables”.
Qué cantidad de yogur aporta beneficios para la salud
El doctor Vinderola detalló que la investigación reunió la evidencia más reciente sobre la importancia del yogur en la dieta y su relación con la prevención de diabetes tipo 2 y obesidad, en un contexto de alta prevalencia de ambas enfermedades: “Consumir 100 gramos diarios de yogur puede mejorar la calidad nutricional de la dieta y reducir significativamente el número de personas que contraerán diabetes en las próximas dos décadas”, señaló.
Prevención de la diabetes tipo 2 y la obesidad
Britos señaló que la mayoría de la población argentina consume alimentos excedidos en sodio, en calorías, en grasas: “Abusamos del ‘picoteo’, de los panificados y de snacks poco nutritivos, generalmente también excediéndose en el tamaño de las porciones. En paralelo, mostramos bajísimos niveles de consumo de frutas, verduras y legumbres y gran parte de nuestra población es sedentaria. Todo esto representa un escenario favorable para el desarrollo de las enfermedades crónicas no transmisibles”.
En relación al rol del alimento lácteo en la prevención y manejo de enfermedades metabólicas, los autores señalaron que “el consumo de yogur descremado se ha asociado con un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2”.
Esto ocurre debido “a la acción simultánea de las proteínas de la leche, el calcio, el magnesio, la vitamina D y el bajo índice glucémico del yogur. Además, ciertos ácidos grasos también pueden ser beneficiosos para el control de la diabetes tipo 2″, afirmaron.
Un reciente metaanálisis de 14 estudios realizados en Estados Unidos, Reino Unido, Países Bajos, España, Australia y Japón, que incluyó a 483.090 personas, encontró una reducción del 7% en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 por cada aumento de 50 g de yogur consumido diariamente.
Sin embargo, destacaron que la asociación entre el consumo de productos lácteos y la diabetes depende del tipo de producto lácteo y su composición de grasa, así como de los niveles de glucemia iniciales de los consumidores.
“En relación con sus beneficios para la obesidad, tras analizar la amplia bibliografía existente, concluimos que el yogur puede ser útil para programas de control de peso. Su consumo se asocia con mejores valores de índice de masa corporal (IMC). Además, la evidencia que sugiere que aporta también otros beneficios para la salud, como prevención de la osteoporosis y de las enfermedades cardiovasculares, así como la promoción de la salud intestinal y la modulación del sistema inmunológico”, sostuvo la Dra. Torresani.
La evidencia epidemiológica y clínica sugiere que el yogur ayuda a controlar el peso corporal y reduce el riesgo de obesidad, ya que los consumidores de yogur tienen un IMC menor en comparación con los no consumidores. Un metaanálisis mostró que la ingesta de este tipo de lácteos descremados reduce la obesidad general y abdominal.
En ese marco, recientemente la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó la inclusión de la leyenda en los envases de yogur de ese país: “Consumir yogur regularmente, al menos 2 tazas (3 porciones) por semana, puede reducir el riesgo de diabetes tipo 2 según evidencia científica limitada”.
Cómo es el consumo de yogur en Argentina
Sin embargo, según un relevamiento de la consultora Kantar Worldpanel, en Argentina el consumo de yogur ronda actualmente -en promedio- los 4 kilos por habitante por año, mientras que hace apenas 12 años, la cifra alcanzaba los 10 kg por persona por año, según datos presentados en las Guías Alimentarias para la Población Argentina.
Ante esta situación, el estudio destacó que “incorporar el yogur como parte de una dieta saludable puede contribuir potencialmente a mejorar la salud pública mediante la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) y la reducción de los costos asociados a su tratamiento”.
El estudio titulado “El yogur, en el contexto de una dieta saludable, para la prevención y el manejo de la diabetes y la obesidad: una perspectiva desde Argentina”, concluyó que “si bien no hay alimentos milagrosos, ni soluciones mágicas, pequeños cambios en nuestra alimentación, como puede ser incrementar el consumo de yogur en reemplazo de otros alimentos con menor calidad nutricional, sin ninguna duda puede contribuir, junto a otras medidas saludables como una dieta variada y mayor actividad física, a disminuir el riesgo de desarrollar diabetes 2 y sobrepeso y obesidad”.
Fuente: Infobae