Si te gusta la leche y los derivados lácteos, entonces un buen queso no debe faltar en tus desayunos diarios. Más allá de aportar calcio y proteínas, este alimento combina perfectamente con meriendas, sándwiches y platillos basados en productos de la vaca. Ante esto, surge la pregunta: ¿Cómo identifico un queso auténtico de una imitación?
Debes saber que hay quesos para cada ocasión; algunos agregan un toque y sabor especial a comidas; se distribuyen fácilmente con una ralladora. Otros quesos combinan especialmente con una hamburguesa, como el queso cheddar, mientras que otros son ideales para enchiladas con queso blanco, sopas de queso e incluso para aperitivos entre docenas de personas, como el queso suizo en una tabla.
¿Cómo diferenciar un queso que no es puro?
En general, los quesos auténticos y las imitaciones se distinguen por sus ingredientes y procesos diferentes. Los auténticos se elaboran a partir de leche fresca o en polvo y conservan sus nutrientes, proteínas y grasas intactos. Además, se obtienen de la leche de la vaca en poco tiempo, lo que hace que su composición sea más perecedera con el paso de los días.
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