El cuerpo requiere calcio para formar y mantener huesos fuertes, y llevar a cabo muchas funciones importantes. Este mineral es el más abundante en el organismo, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Normalmente, se almacena en los huesos y los dientes, lo que les da estructura y rigidez. La mencionada fuente explica que el cuerpo necesita calcio para que los músculos se muevan y los nervios transmitan mensajes desde el cerebro hasta las distintas partes del cuerpo.
Además, según los expertos, el calcio ayuda a que la sangre circule a través de los vasos sanguíneos por todo el cuerpo y a liberar las hormonas necesarias para el cumplimiento de diversas funciones. La vitamina D ayuda a que el cuerpo absorba este mineral.
Para evitar la carencia de calcio es relevante llevar una dieta equilibrada. Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina, indica que muchos alimentos contienen calcio, pero los productos lácteos son la mejor fuente. “La leche y sus derivados como el yogur, el queso y el suero de leche contienen una forma de calcio que el cuerpo puede absorber fácilmente”, precisa.
Los especialistas recomiendan leche entera (con 4 % de grasa) para los niños entre uno y dos años de edad. La mayoría de los adultos y los niños mayores de esa edad debe tomar leche baja en grasa (2 % o 1 %) o desnatada y otros productos lácteos. Quitar la grasa no reducirá la cantidad de calcio en un producto lácteo.
Medline Plus indica que el yogur, la mayoría de los quesos y el suero de leche son excelentes fuentes de calcio y vienen en presentaciones libres o bajas en grasa.
Adicionalmente, la leche es buena fuente de fósforo y magnesio que ayuda al cuerpo a absorber y utilizar el calcio. También la ingesta y generación de vitamina D, a partir de la exposición al sol ayuda en este proceso.
Fuente: semana.com