Los desayunos de la mayoría de la sociedad se componen de un alimento sólido. Desde galletas, tostadas con mantequilla o diferentes piezas de fruta) y un vaso de café con leche o, incluso, un vaso solamente de leche.
Son muchos los mitos y creencias extendidas en la sociedad sobre la leche y sus efectos en el organismo, los cuales están produciendo un descenso en su consumo. La intolerancia a la lactosa es una de las razones por las que se buscan alternativas a una de las bebidas que más nos han acompañado a lo largo de la humanidad.
Otro de los motivos son los efectos de la leche para deportistas y si influye en la acumulación de grasa o un correcto tránsito intestinal. Pues bien, la ciencia (a través de un estudio de la American Journal of Clinical Nutrition, publicado en 2020) ha tomado una postura al respecto. En este artículo veremos no solo si la leche tiene los efectos creídos a pies juntillas por una amplia parte de la sociedad, sino que tipo de leche es mejor: si la leche entera o la desnatada (también conocida como descremada).
Las grasas, una de las cuestiones en torno al tipo de leche
En cuanto al aporte lipídico, mucha gente se sorprenderá con los datos comparando la leche entera con la desnatada. La entera cuenta con un 3,25% de grasas, mientras que la descremada presenta un total de 0,1 a 2%. La mayoría de las investigaciones afirman que la ingesta de leche de vaca se asocia con unas menores probabilidades de sufrir obesidad infantil.
La leche entera cuenta con propiedades que le hacen un alimento más completo nutricionalmente, debido a que se aprovechan vitaminas liposolubles importantes. Además, si la vaca de la que se extrae la leche entera, es alimentada a base de pasto, el ratio de Omega3 y Omega6 será el adecuada para un correcta funcionalidad del organismo.
La leche de vaca es esencial para la recuperación deportiva
Seguro que habrás consumido productos como las bebidas isotónicas como ayuda a una recuperación después de un entrenamiento exigente. La cantidad de azúcar que tienen no es nada recomendable, sobrepasando la cantidad máxima recomendada en un día. Además, el azúcar que contienen es el azúcar refinado, uno de los motivos de las enfermedades cardiovasculares.
Un vaso de leche, a parte del agua, es una de las opciones más recomendables para agilizar la recuperación después de realizar ejercicio.
Algunas de las cualidades que favorecen a una rápida recuperación son aporte energético significativo, proteínas de alto valor biológico, grasas cis de calidad (ácidos grasos insaturados con al menos un doble enlace en configuración 'cis' (configuración habitual) o micronutrientes esenciales como el calcio la vitamina A.
Los resultados de que la leche contenga estas propiedades provoca efectos positivos para una reposición de energías. En la mayoría de ensayos clínicos, se demuestra que la leche acelera el proceso de recuperación.
El dolor muscular, comúnmente conocido como agujetas, propio de las sesiones de entrenamiento exigentes, experimenta una reducción. Para aquellos que compitan en pruebas de velocidad como los 100 metros lisos, la leche incrementa el rendimiento en 15 metros del sprint. La inflamación del aparato digestivo es menor y se demostró a través de mediciones con IL-6 y PCR.
Es cierto que no el 100% de los estudios no concluyen que existan mejoras en el rendimiento. Sin embargo, muchos de ellos sí que otorgan estas propiedades al consumo de leche.
La cantidad recomendable diaria es consumir entre medio litro y un litro tras la sesión de entrenamiento. Sea de la manera que sea, a través de un vaso de leche u otro producto que sea fuente de proteínas, veinte gramos de estas macromoléculas pueden ayudar a cubrir los requerimientos diarios y estimular la síntesis endógena, provocando beneficios para la adecuada recuperación.
Disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular
Los beneficios de la leche no solo se quedan en el apartado de descanso del cuerpo después de dar lo máximo en los entrenamientos.
Los resultados que aseguran diferentes estudios son algunos beneficiosos para que las enfermedades de carácter cardiovascular no sean un motivo de preocupación.
El HDL (conocido como colesterol bueno) es mayor en el grupo de población que consumían más leche, pero los índices de triglicéridos son bajos. El consumo de leche aumenta el aporte nutricional y sirve para controlar ciertos marcadores asociados al riesgo cardiovascular, como la concentración de triglicéridos en sangre.
La leche tiene beneficios indudables que ayudan a la recuperación y a un buen estado físico. La decisión de si la tomas desnatada o entera, tiene más que ver con las sensaciones que te provoque. Si notas que la leche entera te causa problemas, a nivel intestinal, por ejemplo, prueba la desnatada dado que las propiedades no varían en gran medida de un tipo a otro de leche.
Fuente: https://planetatriatlon.com/
