Los investigadores Nicolás Pizarro y Rafael Melo del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), explican la importancia de la inocuidad en la producción de alimentos teniendo en cuenta la soberanía y seguridad alimentaria.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) menciona que, si un alimento no es inocuo, éste deja de ser considerado como alimento. Esta propiedad es especialmente importante en el contexto actual en donde la seguridad y soberanía alimentaria son objetivos a alcanzar en nuestro país. Dentro de un contexto de cambio climático, mantener la producción de alimentos inocuos es un desafío global. En ese sentido, invertir hoy en desarrollos apuntando a la inocuidad alimentaria ayuda a mantener la sostenibilidad a lo largo de toda la cadena productiva
Hoy 7 de junio es el Día Mundial de la Inocuidad de Alimentos, instancia que busca promover la cultura de la inocuidad en la población en general. El año 2019 fue la primera vez que se conmemoró a nivel mundial con apoyo de la Comisión del Codex Alimentarius, la FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es un día especialmente relevante para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya que la alimentación segura es esencial para promover la salud de los consumidores y acabar con el hambre, siendo estos dos de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
En Chile, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) asume el desafío de apoyar a los participantes de la cadena de valor de productos agrícolas, hortofrutícolas y pecuarios, tanto frescos como procesados, en la generación de productos de calidad, inocuos y con identidad local. En ese contexto, cabe mencionar que en el Centro Regional de Investigación INIA La Platina, ubicado en la Región Metropolitana, el INIA cuenta con un Laboratorio de Residuos de Plaguicidas y Medio Ambiente, acreditado bajo la Norma Chilena NCh-ISO/IEC 17025:2017 para la realización de servicios relacionados al análisis de residuos de plaguicidas en frutas y hortalizas. Por otro lado, este laboratorio también aporta con el desarrollo e innovación de procesos para la detección de residuos de plaguicidas en diferentes matrices alimentarias, ayudando a monitorear el cumplimiento normativo de los límites máximos de residuos establecidos por el Ministerio de Salud. Con eso, se busca asegurar la inocuidad alimentaria de todos los alimentos que consumimos.
En el Centro Regional de Investigación INIA Remehue, ubicado en las cercanías de Osorno, estamos trabajando en diferentes líneas de investigación considerando todas las etapas “desde el campo a la mesa” y en los alimentos de origen animal bajo el enfoque de “Una Salud”, reconociendo la interconexión entre la salud de las personas con la salud animal y el medio ambiente. Es así como nuestro desafío actual es posicionar a los alimentos de origen pecuario, del rubro lechero y cárnico de la macrozona sur como de los más sanos a través de la garantía de inocuidad, autenticidad y trazabilidad, asociado a un relato territorial como forma de agregación de valor y diferenciación.
Adicionalmente, cabe destacar que el INIA trabaja de forma muy cercana a los agricultores y campesinos, actores de gran importancia dentro de la cadena productiva nacional. Tal relación posiciona al INIA como un ente nacional protagonista en el aseguramiento de la inocuidad de los alimentos, trabajando desde el comienzo de la cadena productiva y también ayudando a monitorear la inocuidad de los alimentos que llegan a la mesa del consumidor tanto en el mercado interno como de exportación.
Este año, el tema del Día Mundial de la Inocuidad de Alimentos es "Alimentos inocuos, mejor salud" y ello porque el acceso a alimentos inocuos resulta esencial para la salud y el bienestar de las personas, los animales y el ambiente. Sólo cuando los alimentos son inocuos podemos aprovechar plenamente su valor nutricional y los beneficios mentales y sociales de compartir una comida segura.
Autores:
Nicolás Pizarro Aránguiz, médico veterinario, Doctor en Ciencias Agropecuarias, investigador en inocuidad alimentaria de INIA Remehue, con la colaboración de Rafael Melo Freire, Licenciado en Química, Doctor en Química, investigador en el ámbito de la nanotecnología aplicada a la detección de plaguicidas de INIA La Platina.
