Efectos de los lácteos sobre el sueño

Efectos de los lácteos sobre el sueño

La proteína α-lactoalbúmina contenida en la leche tiene el mayor contenido de triptófano entre las proteínas alimentarias de la dieta humana. La composición de α-lactoalbúmina permite además, que el triptófano cruce la barrera hematoencefálica.  Para la síntesis de melatonina (hormona que induce el inicio del sueño), las células de la glándula pineal captan el triptófano que ha cruzado esta barrera y lo convierte en serotonina que deriva finalmente en la melatonina que se libera en sangre.

Esta revisión tuvo como objetivo proporcionar una visión unificada sobre si la ingesta de leche y productos lácteos afecta la calidad del sueño. De los 14 estudios incluidos y publicados entre 1972 y 2019, varios observaron una latencia del sueño más corta, menos despertares después del inicio del sueño, mayor eficiencia del sueño y duración y un índice de despertar más bajo en aquellos que consumían más lácteos. Del estudio de la leche con bajo contenido de triptófano, se observó que su consumo por la noche no mejoró la calidad del sueño.

Con base en los resultados de los estudios transversales, la combinación de actividad física y el consumo de leche o queso es necesaria para mejorar la capacidad de conciliar el sueño en adultos mayores. Entre los adultos más jóvenes, los participantes con un cronotipo tardío consumían menos lácteos en comparación con aquellos con un grado de energía matinal mayor y facilidad para despertar antes.

En general, estos ensayos indicaron que una dieta equilibrada con leche y productos lácteos es efectiva para mejorar la calidad del sueño. Las personas que consumen cantidades adecuadas de lácteos alcanzan la ingesta diaria de calcio, y tienden a tener más conocimiento en salud y mejores hábitos de sueño. Para mantener una buena calidad de sueño, es importante mantener buenos hábitos de vida, incluido el consumo de comidas saludables. El consumo de leche y productos lácteos en la dieta podría ser un índice de la calidad del sueño.

 

Fuente: https://www.atlantico.net/