En tiempos de fake news y contenidos fraudulentos que se viralizan en redes sociales, un poco de claridad técnica y verdad científica, no viene mal. El Lic. en Nutrición Rafael Cornes, coordinador de la campaña “Si a la leche” de la FEPALE, salió en defensa del consumo de lácteos.
Haciendo uso y abuso del poder de llegada de las redes sociales al público joven, principalmente adolescente, diversos grupos identificados por modas y tendencias de consumo lanzan mensajes engañosos en torno a la producción de leche y su consumo. Lo hacen instalando la idea de que la leche es perjudicial para la salud de las personas y que puede ser reemplazada en su aporte nutricional por otros productos de base vegetal.
Desde la Federación Panamericana de Lechería (FEPALE) saben que es una lucha desigual la que se les plantea en el intento de desagraviar a este noble producto que entrega la vaca, ya que lo único que tienen para enfrentar al inconmensurable alcance de los posteos de jóvenes influencers que viralizan información inexacta, es la verdad de la ciencia. Y se sabe, la verdad científica no tiene la misma llegada que una mentira “trending topic”.
“Hace 11 años que trabajamos en la campaña ‘Sí a la leche’ desde la federación, para promover el consumo de lácteos; lo hacemos a través de diferentes medios y redes sociales, pero con un mensaje positivo, sin agredir a nadie, recopilando y presentando evidencia científica, que hay mucha por suerte porque la leche debe ser uno de los alimentos más estudiados en el mundo”, comentó el Lic. Rafael Cornes, nutricionista uruguayo que coordina el programa de FEPALE en América Latina.
“No sirve de nada entrar a una pelea franca con estos grupos radicalizados o con personajes que poseen millones de seguidores, mi sugerencia para aquellos que tengan dudas, antes de tomar decisiones de consumo por sí o por no, busquen información en sitios autorizados o que consulten con profesionales de salud, y que no se dejen llevar por mensajes erróneos de influencers que, por lo general, hablan de todos los temas y no saben de ninguno”, opinó Cornes en diálogo con el programa radial ADN Rural.
QUÉ ES LA LECHE
Saliendo del terreno de las opiniones, lo primero que corresponde aclarar en un debate sobre las opciones alternativas o que pretendan imitar a la leche, es definir objetivamente su denominación correcta.
Para Cornes, “no corresponde hablar de leche para referirse a las bebidas vegetales; de hecho existe un marco regulatorio al punto de que en muchos países es una falta grave llamar leche a algo que no lo es, como en EEUU o la Unión Europea”. En este sentido “el CODEX Alimentario reconocido internacionalmente, define a la leche como la secreción de la glándula mamaria de animales lecheros obtenida mediante uno o más ordeños; yo no veo cómo se puede ordeñar una almendra”, ironizó el especialista.
Sucede que por una cuestión de marketing o mal acostumbramiento, como la leche es uno de los alimentos más consumidos en el mundo, se le asocia el término a diferentes bebidas vegetales que poseen una textura o color similar. “Incluso los envases son parecidos o copiados, se los ubica en los exhibidores en los mismos lugares dónde van los lácteos y esto induce al engaño”, enfatizó el uruguayo.
Pero “la leche es el alimento que nos acompaña desde el nacimiento y se caracteriza por ser una matriz alimentaria que comporta un paquete nutricional muy importante, que le sirve al ser humano durante todo el ciclo de vida”. No solamente “para la formación de los huesos por su alto contenido de calcio, sino también porque aporta otros nutrientes, proteínas, azúcares como la lactosa, aminoácidos esenciales y más de 400 ácidos grasos que el organismo necesita; por todo eso la leche de vaca es única”, afirmó Cornes.
Por si fuera poco, también contiene potasio, fósforo, niacina, vitaminas A, D y B12, entre otros aportes naturales. “No solo se la asocia con la prevención de la osteoporosis, sino que tiene relación directa con la salud del ser humano porque ayuda a prevenir diferentes patologías como la obesidad, la diabetes mellitus, la hipertensión arterial y problemas cardiovasculares, y al contrario de lo que se afirma en las redes sociales, no se asocia el consumo de leche con el riesgo de contraer enfermedades coronarias”
SIN SUSTITUTOS
Si bien la industria alimenticia siempre está buscando nuevos desarrollos y sustitutos, “no hay alimento natural o sintético que tenga la misma calidad nutricional que tiene la leche naturalmente; la calidad de proteína de alto valor biológico que tiene la leche no la tiene ningún otro alimento natural como la soja u otros granos”, afirma el experto de FEPALE.
Por ejemplo, “el aporte de calcio que posee la leche no se encuentra en la misma proporción en los vegetales, a menos que queramos comernos un cajón de espinacas o tres brócolis enteros en un día, recién ahí podríamos equiparar el aporte de calcio que la leche tiene en el cuerpo humano”, ejemplificó el Lic. en Nutrición. Además, “no es una cuestión de lo que podamos consumir sino de lo que el organismo puede absorber o asimilar en el metabolismo; es decir, el calcio de la leche se aprovecha en un 40% en nuestro cuerpo mientras que el de los vegetales se asimila en un 2 a un 4%”.
Por otro lado, el aporte de vitaminas y proteínas que contienen las semillas u otros frutos secos en comparación con la leche, se da muchas veces a partir de agregados en el proceso de industrialización, porque naturalmente no vienen en esa proporción en la misma extracción natural.
Fuente: https://diariolaopinion.com.ar/