En su Fundo La Laguna, ubicado en Los Muermos, Gregorio Apablaza inició el camino de la producción regenerativa, lo que le ha permitido producir leche de forma sustentable. Su predio fue recientemente favorecido con el Fondo Concursable Nestlé para el Manejo y Gestión de Purines.
El productor lechero dirige un predio de 23 hectáreas que adquirió en 2010. Se trata del Fundo La Laguna, ubicado en el sector San Carlos El Ñadi, comuna de Los Muermos, donde tiene 50 vacas masa y una producción que alcanza los 315 mil litros de leche al año.
Debido a sus importantes logros, Gregorio José Apablaza (57) fue distinguido recientemente como uno de los ocho ganadores del Fondo Concursable Nestlé para el Manejo y Gestión de Purines. lo que significa un reconocimiento a su labor y viene a potenciar su trabajo de prácticas regenerativas en su predio.
“El pozo purinero nos quedó chico, postulamos al proyecto y ganamos, lo que nos permite poder ampliar la aplicación de purines a otras zonas del campo y poder producir más pasto y mejorar la tierra”, explica.
Debido a su constancia y al camino que inició en la agricultura regenerativa, en 2016 fue seleccionado además por INDAP como predio demostrativo, donde contó con asesoría agronómica y veterinaria durante cuatro años, siendo visitado por 800 agricultores provenientes de Gorbea a Chiloé para conocer su modelo de trabajo.
"Esto significó pasar en tres años de una producción de 7 mil a 12 mil litros por hectárea. Esto usando purines, regenerando praderas y rompiendo lo menos posible los suelos, solo para sembrar un cultivo suplementario. Todo esto también gracias al apoyo y respaldo de Nestlé que compra nuestra leche”, señaló.
Debido a los buenos resultados económicos que ha logrado a partir del tipo de producción que desarrolla, logró pagar su campo en 10 años, “sólo con la producción de leche, esto mejorando las praderas, además pudimos adquirir maquinaria, se instaló un silo para concentrado y se mejoró la sala de ordeña, todo esto gracias a la leche”.
En esta labor además cuenta con el apoyo de toda su familia, su esposa Ulda Oyarzún, y además durante el último periodo ha logrado tener el apoyo de su hijo Marcelo Apablaza (26), quien es ingeniero agrónomo.
“He buscado entregar mi visión sobre lo que he aprendido y lo que creo que podría servir. Mi padre sabe mucho y vamos complementando y trabajando todos”, señala.
Sobre sus proyecciones señala que su objetivo está en aumentar la producción de leche y llegar a 350 mil litros anuales en el corto plazo, así como mejorar la calidad de su rebaño, automatizarse. “Ya he hecho harto y buscamos seguir escalando a futuro”, indicó el productor.
Por Claudia Vargas García
Fuente: https://www.diariolechero.cl/