La producción de leche caerá ligeramente este año en la Unión Europea, hasta los 144 millones de toneladas, según las últimas estimaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), debido a que la disminución de la cabaña lechera en algo más de 100.000 cabezas respecto al año pasado no se ha visto compensada del todo con incrementos en la productividad por animal.
En su último informe sobre el mercado mundial de leche y productos lácteos, el USDA constata que en los primeros cinco meses del año la producción comunitaria creció debido a mejoras en el rendimiento. Sin embargo, las últimas políticas en materia medioambiental y de bienestar animal introducidas en muchos Estados miembros de la UE han provocado una reducción de la cabaña y han frenado el crecimiento de la productividad. Se espera una caída especialmente significativa del número de vacas lecheras en los Países Bajos por las normas sobre reducción de emisiones de las explotaciones.
El USDA señala que cumplir con los nuevos condicionantes sitúa a los ganaderos ante un dilema: invertir en adoptar nuevos modos de producción o abandonar la producción de leche y pasarse a la de carne incrementando los sacrificios. La caída de los precios en origen y los elevados costes de producción también han acelerado las salidas del sector lácteo. Los estrechos márgenes de los ganaderos han llevado a cierres de pequeñas y medianas instalaciones en España, Francia, Alemania y Polonia.
A nivel mundial, el USDA espera, por el contrario, un aumento de la producción en 2023 debido al incremento en Estados Unidos, India, China o Brasil, países en los que el censo de vacas lecheras se mantiene estable o incluso aumenta respecto al año pasado. Entre los principales exportadores mundiales de productos lácteos, las previsiones de producción apuntan a la baja en el caso de Argentina y Australia mientras que aumentan para Estados Unidos y Nueva Zelanda.
Fuente: https://www.agropopular.com/