En los primeros siete meses del año, las entregas de leche en la UE cayeron un 0,5%. El clima cálido y seco durante el verano empeoró la disponibilidad y la calidad del pasto, además se redujeron los rendimientos de los principales cultivos utilizados como alimento.
Muchos ganaderos ya utilizaban parte de su alimentación de invierno en verano, lo que provocó un menor crecimiento del rendimiento (0,4 %) y una mayor reducción del rebaño (-0,9 %).
El contenido de leche (tanto grasa como proteína) también podría verse afectado negativamente, empeorando aún más las perspectivas de procesamiento de la leche, de acuerdo con el informe de previsiones agrarias a corto plazo elaborado por la Comisión Europea.
Entre todos los productos lácteos, solo la producción de nata de la UE podría crecer, absorbiendo una gran parte de la disponibilidad de grasa. La anticipación de costes de procesado, aún más altos para el secado de leche en polvo probablemente podría cubrir de la escasez actual de mantequilla, pero se espera que la producción disminuya.
La producción de queso de la UE podría convertirse nuevamente en una opción preferida, impulsada por los altos precios, mientras que tanto las exportaciones como el uso interno se mantienen estables. La competitividad de las leches en polvo de la UE se ve afectada por los altos precios que prevalecen, lo que obstaculiza las exportaciones y, por lo tanto, impide el crecimiento de la producción a pesar del crecimiento positivo del suero y el uso interno de leches desnatadas en polvo.
El comienzo de 2023 podría seguir siendo un desafío para los ganaderos al hacer frente a los altos costes de los insumos y a una probable demanda más débil. Suponiendo condiciones climáticas normales, se espera que el crecimiento del rendimiento sea ligeramente superior (0,6 %) y pueda compensar una mayor reducción del censo lechero (-0,8 %). Como resultado, las entregas de leche en la UE podría caer modestamente, en un 0,2 % el próximo año
Fuente: https://www.agrodigital.com/