La Guerra entre Rusia y Ucrania resalto el rol que tienen los países productores de alimentos en cuestiones de seguridad alimentaria. Frente al temor de una hambruna mundial, estos países han aumentado su poder en los organismos multilaterales.
Esta es una oportunidad que debe ser aprovechada para que a partir de esta motivación, dichos países puedan mejorar la eficiencia de producción.
Los países que tienen más oportunidades son aquellos que tienen mayor margen de crecimiento y por cuestiones económicas o políticas no lo pueden alcanzar, como es el caso de Argentina, Uruguay, Brasil e India, entre otros.
Desde el 2020 el sector lácteo se vio afectado por diversos eventos que han tenido un impacto de dimensiones globales. A pesar de esto, el sector tuvo una resiliencia notable. No solamente mantuvo la capacidad de comercial si no que también, la producción aumento entre el 2020 y el 2021 un 2,1% y se espera que para este 2022 la producción se similar al año anterior.
Nos damos cuenta de la mayor plasticidad que tienen nuestro mercado, debido a la capacidad de producción que tienen los distintos países frente a eventos político-económicos.
Esta capacidad de adaptación nos permite pensar que frente a un consumidor que demanda a la cadena láctea que se produzca de una manera más amigable con el ambiente y la sociedad, esta cadena le pueda dar respuesta. Es así que podemos pensar que el sector está ante una oportunidad de revisar como es nuestra forma de producir alimentos (Bienestar animal, biodiversidad, externalidades, etc.) y trabajando en conjunto con la sociedad pensar cambios que acerquen todas las partes de la cadena.
Los países del Mercosur, tomados en conjunto, son los principales exportadores netos de alimentos e importantes contribuyentes a la seguridad alimentaria mundial, una condición que, por un lado, genera responsabilidad y crea compromisos humanitarios y, por el otro, otorga elementos de negociación comercial.
Es por lo que debemos actuar estratégicamente y a mediano/largo plazo. Pensar al Mercosur como un bloque globalizado y conectado con el resto de mundo es algo que tiene que dejar de ser una idea y pasar a la acción. Esto le permitirá al Mercosur, mejorar su posición en la estructura de gobernanza global vinculada a la seguridad alimentaria.
El Mercosur es una plataforma en la cual se ha invertido mucha energía, tiempo y plata. Con el correr de los años seguramente su relevancia aumente, y debemos estar preparados cuando llegue ese momento.
Autor: Santiago Moro
* Ingeniero Agrónomo – Especialista en Mercados Lecheros.
Fuente: Infortambo.com