Es fundamental desarrollar políticas que afinquen a los jóvenes en los tambos y la creación de cuencas que aseguren leche para todas las industrias ubicadas en los diversos puntos del país.
El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), Leandro Galarraga, dijo que “uno de los mayores problemas” del sector lechero es la falta de relevo generacional: “Si uno indaga en los motivos de cierre de tambos, aún en los últimos tiempos con la crisis profunda de la lechería, se encuentra que se debe a la falta de recambio generación y no por problemas económicos o financieros”. Ese es un “problema mundial, cada vez los tambos son más grandes y la producción se concentra en menos establecimientos”.
“El tema es que si un joven quiere incurrir en un tambo es difícil que lo haga si no tiene respaldo porque necesita invertir de forma importante y el repago es muy lento en el tiempo, los créditos de Uruguay no acompañan la producción láctea”, apuntó.
Países como Nueva Zelanda han buscado alternativas como las “experiencias de los caminos asociativos, donde uno pone el capital y otro el trabajo”, otra herramienta es la de “créditos a 25 o 30 años que son comunes en ese país”. Esos “son los caminos que se debe buscar porque donde se han aplicado se logró frenar” la perdida de unidades productivas.
Otro “gran tema” destacado por Galarraga y de “difícil resolución”, es la falta de cuenca con industrias que no tienen leche para producir. “Es muy serio que no se apueste a la creación de nuevas cuencas y que la leche siga siendo insuficiente para cubrir la capacidad industrial”. Es un problema que “pega más a las empresas chicas que tienen una masa de productores reducida”.
Ante el diagnóstico anterior, el productor y gremialista subrayó la necesidad de desarrollar políticas que apunten a generar cuenca, frenar la pérdida de productores e incorporar juventud, algo en lo cual el Instituto Nacional de la Leche (Inale) está trabajando en un plan a 15 años.
“Es importante apoyar económicamente con créditos blandos y mayores plazos para que los jóvenes se puedan instalar en la lechería”, subrayó, y agregó que “mientras eso no se concrete va a ser difícil frenar la pérdida de productores”.
Zafra de otoño
Sobre cómo vio la zafra de otoño, el presidente de la ANPL dijo que “hubo un quiebre en los valores y eso muestra una mejora del negocio porque el ganado próximo y las vaquillonas preñadas tuvo precios en el entorno de los US$ 1.000 la pieza”, además de un incremento que supera los dos mil dólares.
Vimos “precios históricos que no se daban desde hace algunos años”, con el valor de la hacienda que “empuja”, más el valor de la leche “que muestra que el negocio es más atractivo”.
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