La disminución de la oferta de los grandes productores -Estados Unidos y China- y un aumento del consumo en Europa, India, Brasil y otros mercados provocaron una subida histórica en las cotizaciones de urea y fosfato de diamonio.
El principal problema de esta situación consiste en que el encarecimiento de algunos nutrientes sintéticos podría convertirse en cosechas más débiles y comestibles más costosos para el próximo año.
Como resultado, los agricultores se verán obligados a reducir la cantidad que aplican con la esperanza de recortar los precios en el futuro o dejarán de producir otros productos agrícolas.
Disminuirá la producción
El problema de la reducción del uso de fertilizantes y, posiblemente, las áreas sembradas, es que podrían provocar una escasez de grano para los cultivos de invierno en 2022. Como resultado, los volúmenes de producción disminuirán, lo que a su vez conducirá a un aumento de los precios de los productos alimenticios de importancia social.
Cabe añadir que el maíz será el que más sufrirá por el aumento de precio. Los fertilizantes representan alrededor del 20% del coste de cultivo. Una mala cosecha de maíz se traducirá en mayores costes de alimentación, lo que en última instancia conducirá a mayores precios de la carne.
Los jugos y refrescos también pueden subir de precio, ya que el maíz es su ingrediente principal. Se espera que la siembra de maíz en 2022 disminuya a 36,8 millones de hectáreas desde los 37,8 millones actuales.
¿Quién podría ganar con esta situación? Una de las posibles opciones podría ser Mosaic, la empresa estadounidense líder en producción de fertilizantes y el mayor productor de fósforo del mundo.
De cara a futuro, la compañía espera un buen crecimiento de los ingresos (alrededor de un +40% interanual), así como un margen operativo bastante alto (al 30%).
Investigadores advierten crisis
Investigadores de la Universidad Autónoma de Chapingo, advirtieron que la crisis energética actual, pone en riesgo a la industria de fertilizantes, la producción de alimentos y la seguridad alimentaria.
Destacaron también, que la producción de fertilizantes químicos, necesita energía, electricidad, gas y petróleo, cuyos precios han incrementado en los últimos meses, por lo que los costos de producción también lo han hecho.
“Actualmente en el costo de producción, el agricultor mexicano dedica 43% a fertilización y manejo fitosanitario”, precisó Gerardo Noriega Altamirano, investigador de la universidad.
Cabe mencionar que esta situación, es similar a la crisis de fertilizantes que aqueja a Europa y ha encendido las alarmas en la industria, por la probable reacción en cadena, pues representa un impacto directo para el rendimiento de los productos.
“El alza o la falta de disposición de los fertilizantes puede agravar la situación en el sector alimentario, en el último año aumentaron en 80% precios en fertilizantes”, alertaron los investigadores de la institución educativa.
Es por ello que los especialistas, proponen una estrategia de innovaciones biotecnológicas, que fundamenta el manejo de la fertilidad de los suelos para suministrar nutrientes a las plantas en cantidad suficiente, haciendo uso de recursos minerales, el reciclaje aeróbico de la materia orgánica, biofertilizantes y la biología del suelo, de esta manera contrarrestar la crisis de fertilizantes
La FAO y sus datos preocupantes por la crisis de fertilizantes
El índice de precios de alimentos básicos de la FAO desde hace meses está ofreciendo datos más que preocupantes. El precio del azúcar aumentó un 9,6% mensual en agosto, pero desde el año pasado se ha encarecido un 48%. Los cereales suben un 3,4% respecto a julio, pero un 31% desde el año pasado. El precio de la carne crece a un ritmo anual superior al 20%. La FAO alude a numerosos problemas para explicar el encarecimiento de los alimentos desde origen como sequías o inundaciones en ciertos países
«No nos sorprendería ver más producción de nitrógeno y productos químicos en Europa inactiva en los próximos días hasta que los precios del gas se moderen«, advierte Joel Jackson, analista de BMO Capital Markets. El alza o la falta de disposición de los fertilizantes puede agravar la situación en el sector alimentario. Los agricultores ya soportan un fuerte incremento de costos por el transporte y la falta de mano de obra, a lo que habría que añadir también los productos químicos que se utilizan en las cosechas.
Fuentes: elcapitalino.mx , eleconomista.es