Los científicos daban alimento como recompensa a 16 terneros para acostumbrarlos a orinar en un corral con letrinas; once de ellos adoptaron el hábito.
Científicos alemanes y neozelandeses afirman en la revista Current Biology que han 'entrenado con éxito' a vacas para que orinen en un área previamente designada, como parte de un proyecto destinado a reducir de manera drástica las emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque la idea surgió como una broma, poder manipular los desechos líquidos de las vacas, ricos en nitrógeno, podría tener a largo plazo genuinos beneficios climáticos.
'Si pudiéramos recolectar entre el 10% y el 20% de las micciones, sería suficiente para reducir de manera significativa la emisión de gases de efecto invernadero y la separación de nitratos', dice Douglas Elliffe, uno de los investigadores.
El nitrógeno contenido en la orina de las vacas se descompone con el tiempo en dos sustancias problemáticas: óxido de nitrógeno, potente gas de efecto invernadero, y nitrato, que se acumula en los suelos, filtrándose después a ríos y arroyos.
Fuente: Vida - Ciencia – Tecnología – El Mercurio