Alejandro Rudloff, director de Aproleche Osorno
En noviembre pasado, escribimos una columna dando la alarma sobre un tema que viene afectando a la ganadería por años: los perros asilvestrados. Entregamos argumentos contundentes sobre su peligro para nuestro ganado y para la fauna nativa de la zona, y pedimos al SAG que tomara acciones de control, ya que las municipalidades, encargadas de esta labor, no estaban realizando su trabajo; pidiendo a su vez a las autoridades políticas el implementar campañas de concientización sobre la tenencia responsable de mascotas.
Estamos en abril del año 2021, y lamentablemente no hemos observado ningún avance, recibiendo constantes llamados de nuestros socios, denunciando los brutales ataques de estos animales salvajes a su ganado. Este ejemplo clarifica un gravísimo y endémico problema de fondo: que ante las demandas urgentes de los distintos sectores de la economía y la sociedad, pareciera ser que por falta de voluntad y/o incapacidad de quienes están a cargo, finalmente nada se hace, y nada cambia.
Por mencionar algunos tópicos, sumado al grave problema de los perros asilvestrados, señalamos la falta de avances profundos frente al delito de abigeato, el requerimiento de un aumento de los planes de recuperación de suelo degradado, la necesidad de avanzar efectivamente en la conectividad de los sectores rurales, la pertinencia de generar un real apoyo a la educación técnica rural, la oportunidad de entregar apoyo a las nacientes cooperativas del sector lechero, la urgencia de fiscalizar y regular la posibilidad de importar ilimitadamente lácteos al país, entre otros tantos temas; que demuestran la ausencia de una política agropecuaria nacional, y de una mirada país hacia el sector agro.
Desde nuestro gremio estamos planteando nuestras propuestas a todos los candidatos. Esperamos que luego de las próximas elecciones, las promesas no se queden solo en promesas, porque la ciudadanía está saturada y hastiada de la política ineficiente y de las peleas mezquinas. Hoy la unidad no es una opción, sino un imperativo: en el campo no hemos parado de trabajar para permitir que todos nuestros compatriotas puedan llevar el pan a la mesa, y lo que esperamos de nuestros políticos, es que hagan algo similar en beneficio de todos los chilenos, y no sólo de unos pocos.
Fuente: El Diario Austral de Osorno