El Programa de innovación y diversificación de quesos para La Araucanía va avanzando. Se trata de un proyecto realmente abarcativo, el que en cada etapa va dejando evidencias de un trabajo bien hecho. Y eso que ha venido sorteando obstáculos como es enfrentar una segunda cuarentena en La Araucanía. Productores y pequeñas y medianas empresas de la región son el norte de este programa, que ha venido a consolidar las iniciativas de I+D en materia agroalimentaria, que el Instituto de Agroindustria de la Universidad de La Frontera ha venido materializando en los últimos años.
Luego de un periodo de acuciosa búsqueda de los porqués y las limitaciones que hasta hace un tiempo afectaban a la industria quesera local, el Instituto logró generar un diagnóstico sobre la situación actual de las queserías artesanales en la región, evidenciando como primer punto la falta de resoluciones sanitarias, la escasa mirada de estructuras de negocios dinámicas y la poco o casi nula innovación y diversificación en los productos finales.
Había que hacer algo, aunque el financiamiento para comenzar instalar capacidades y remover visiones, a menudo se aleja del financiamiento público o privado, el que funciona con objetivos apegados a resultados cuantificados, estaba la necesidad de hacer el cambio desde la raíz y es así que, involucrándose en las necesidad más genuinas y en una poderosa alianza, se articuló una estrategia de colaboración mutua entre el Instituto de Agroindustria UFRO, la Mesa del Queso de La Araucanía, y la Asociación Gremial de Productores Queseros Artesanales Aproquesos AG.
Este rubro quesero presenta un enorme potencial productivo para el sur del país, pero ha basado su oferta –principalmente- en el queso chanco mantecoso, una realidad contrastante a la de otros países, cuya variedad le supera drásticamente porque es ampliamente mayor y las posibilidades de competitividad, también.
Apostando a transformar estas características en una nueva hoja de ruta para La Araucanía, esta alianza postuló al financiamiento del Gobierno Regional y CORE, mediante el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC). El objetivo es desarrollar estrategias de innovación y diversificación quesera, sumando como futuros resultados, modelos de producción y comercialización, en que destaca la asociatividad y el cooperativismo.
“El trabajo de la industria quesera ha sido tremendamente importante y valorable”, afirma el intendente de La Araucanía, Víctor Manoli, “porque los productores han debido desenvolverse en un escenario complejo debido a la gran variedad de productos existentes en el país y que vienen desde el extranjero”, y por lo mismo, luego de convocar a productores locales de toda la región, el Programa ha seleccionado a más de 75 productores de quesos para generar innovaciones a los productos tradicionales y ahora pasa a una segunda etapa de trasferencia tecnológica y de instalación de capacidades.
TODO POR HACER
Con un amplio número de beneficiados -según los criterios de pertinencia e idoneidad del programa-, el grupo ha quedado compuesto por productores de las comunas de Loncoche, Pitrufquén, Freire, Vilcún, Teodoro Schmidt, Cunco, Curacautín, Purén, Villarrica, Pucón, Renaico, Victoria y Angol, quienes están recibiendo un traspaso técnico y comercial, de las escuelas española, italiana y francesa y de expertos nacionales en las distintas áreas.
“El Programa de Innovación y Diversificación Quesera para La Araucanía se sustenta sobre tres componentes, que son la transferencia tecnológica, la inocuidad y sustentabilidad, y la creación de modelos de negocios asociativos- que aspiran a implementar tecnología para el desarrollo de nuevos tipos de queso, estrategias y packaging diferenciador; todo lo anterior generará mayor competividad y sustentabilidad a la quesería artesanal de la Región”, sostiene el director del Instituto de Agroindustria de la UFRO y del director del programa, Luis Torralbo.
Avanzar hacia la creación de nuevos productos también abarca como aspectos esenciales la identidad territorial; la obtención de volúmenes con equipamiento tecnológico y la generación de modelos de negocios en virtud de la asociatividad y el cooperativismo.
La coordinadora del programa, la ingeniera en alimentos, Susana Valenzuela, sostiene que: “Estamos en una etapa fundamental para el logro de los objetivos. Concretamos las visitas a terreno y el detalle de las ventajas y desventajas de las queserías, levantamos información que nos entrega un catastro bastante pormenorizado y, ahora, estamos entregando los talleres con mucho entusiasmo para los beneficiados, pero también a los productores interesados por su desempeño, es decir, a beneficiados indirectos”.
Fuente: Revista Campo Sureño
