En esta oportunidad, quiero mostrar las principales fuentes de emisión y captura de carbono y algunos cambios que es necesario hacer para que, como agricultura, y sector lechero en particular, lleguemos a la meta de ser carbono neutrales, idealmente al 2035.
El sector agricultura incluye tres subsectores: agrícola, pecuario y forestal. De acuerdo al informe bianual de Chile a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), agricultura es el único sector económico que captura carbono, por el sector forestal, equivalente a cerca del 60% del total de las emisiones (mitigando las emisiones totales, en ese porcentaje). No obstante, ese informe excluye las capturas de carbono que hace todo el resto de la agricultura como los árboles frutales, los cultivos anuales, y más importante aún, las praderas y el suelo. Este último sector es considerado a nivel científico, como el mayor reservorio de carbono del planeta. Sin embargo, esto no es por error del informe, sino porque la metodología homologada no la incluye (ésta es regulada globalmente por el panel científico conocido como IPCC, dependiente de la ONU).
A nuestro juicio, es importante que las capturas completas sean incorporadas, lo que mejoraría sustantivamente el balance de emisiones de Chile y en particular el predial, demostrando que los subsectores agrícola y ganadero de nuestra agricultura, no solo emiten carbono, como aparece hoy, sino que también capturan mucho carbono. Para contar con estos antecedentes, se requiere aún de mucha investigación para obtener toda la información necesaria, tanto de los rubros agrícolas, como de praderas y suelo.
La huella de carbono es el balance entre las capturas y las emisiones. A nivel predial, el suelo y su materia orgánica, son la principal fuente para almacenar el carbono que capturan las plantas -en este caso los pastos de las praderas- a través de la fotosíntesis. En la Región de Los Lagos, las vacas lecheras pastan sobre las más de 800 mil hectáreas de verdes praderas. Con cambios en el manejo agronómico, que magnifiquen la acumulación de materia orgánica (tipos de pastoreo, biofertilización, uso de nuevas especies y variedades forrajeras y aumento de la biodiversidad), se puede incrementar la materia orgánica y el carbono del suelo. Por otro lado, manejar los bosques en cada predio lechero, también será determinante para la certificación de la huella de carbono.
En el otro lado de la ecuación, entre los principales factores para bajar las emisiones y por esa vía mejorar la huella, están el disminuir el metano que generan las vacas lecheras (y bovinos y rumiantes en general), al digerir los alimentos, lo que se está logrando a través del uso de aditivos alimenticios y que se irán perfeccionando en el tiempo. También, la fertilización nitrogenada, es un factor importante por la emisión de óxido nitroso que genera, el que se podría remediar, por ejemplo, con uso de biofertilizantes y microorganismos nitrificadores. Finalmente, el reemplazo de energías fósiles por renovables, el control de plagas con métodos naturales, el incremento de la biodiversidad predial entre varias otras medidas, en conjunto, bajarán la huella de carbono y nos permitirán alcanzar la carbono-neutralidad.
La Universidad de Los Lagos (ULagos) a través de un proyecto a cargo de la Dra. Viviana Bustos, está midiendo la huella de carbono predial en lecherías de la región Sur Austral incluyendo diferentes realidades productivas de nuestra lechería nacional, con el objetivo de diseñar y desarrollar una calculadora de carbono, que permitirá a cada productor calcular su huella y priorizar el manejo de las fuentes de captura y emisiones que hemos indicado. Además, esta información será clave para el desarrollo de políticas públicas regionales y nacionales, así como para priorizar áreas de investigación.
Las medidas que el productor lechero debe tomar para reducir su huella de manera sostenible, deben ser económicamente viables. La buena noticia es que ya hay productores lecheros regionales que están practicando cambios en sus sistemas productivos con excelentes resultados, indicando que ese es el camino para una actividad lechera ambiental, social, productiva y económicamente sostenible.
Para más informaciones revisa las columnas anteriores
Lácteos chilenos con sello carbono neutral al 2035
Autor: Julio Kalazich Barassi Ing. Agrónomo, Ph.D. Académico Carrera Agronomía Universidad de Los Lagos
Fuente: https://www.diariolechero.cl/