La producción de leche en Argentina creció 3,6 por ciento en septiembre, en relación al año pasado; y cuatro por ciento en el promedio diario con respecto a agosto, según el tablero de comando sectorial mensual que elabora la Dirección Nacional de Lechería.
Fueron 1.022,3 millones de litros que, sumados a los ocho meses anteriores, significan un crecimiento acumulado del 7,8 por ciento en el ordeñe, en lo que va de 2020.
Al analizar los datos, desde el Observatorio de la Cadena Láctea (Ocla) destacaron como un dato positivo que el incremento de este año también supera en un 4,3 por ciento a los valores alcanzados en 2018, lo que significa que la cadena ha verificado un “crecimiento genuino” y no solo un repunte.
Con los valores acumulados en tres trimestres, la proyección de la Ocla es que el año cierre con un ordeñe total de 10.950 millones de litros, lo que significa un aumento del 5,9 por ciento o de 607 millones de litros con respecto a 2019.
Así, sería el mayor volumen desde 2015, cuando fueron 12.061 millones de litros, según los datos oficiales.
Los tambos llevan 14 meses de crecimiento consecutivo en la producción, pero en los últimos meses el ritmo se viene desacelerando y es posible que se ingrese en una curva negativa debido a varios factores que están perjudicando el negocio: “la caída en moneda constante del precio de la leche al productor, la suba del precio de los principales insumos, el proceso devaluatorio y la seca más o menos generalizada en la Cuenca Lechera Central”, enumeró la Ocla.