En las últimas décadas se ha generado información sobre el manejo agronómico de varias especies forrajeras perennes, de uso en alimentación bovina, que se adaptan a diversas condiciones de estrés hídrico y de temperatura.
Evaluaciones realizadas por INIA han mostrado que el bromo (Bromus valdiveanus) y la festuca (Festuca arundicacea) son especies que pueden llegar a tener rendimientos equivalentes o mayores a la ballica perrene.
En verano, el bromo ha presentado un rendimiento 133% mayor que la ballica y 10% mayor por temporada anual. Sin embargo, históricamente, se ha cuestionado la palatabilidad de estas dos especies forrajeras (bromo y festuca), para los rumiantes.
Se especula que el menor contenido de carbohidratos solubles o la apariencia dura de las hojas, pudieran influir en la menor preferencia de consumo de estos forrajes por parte de los animales. En otros países, la evaluación durante la selección y desarrollo genético de diferentes cultivares de estas especies, ha demostrado que no hay una diferencia en el consumo de materia seca en fresco, en comparación a otras especies más usadas como la ballica, pero localmente no existe información al respecto.
Es importante mencionar que en Nueva Zelandia ya se están usando Festuca y Festulolium en predios lecheros. Es por esto que en INIA Remehue, durante la primavera 2019 y luego en el verano 2020 se llevó a cabo una serie de ensayos, para identificar si existe una preferencia de consumo por parte de los animales, cuando se enfrentan a la oportunidad de consumir diferentes forrajes recién cosechados.
Los forrajes evaluados fueron ballica (Lolium perenne), bromo (Bromus valdiveanus), pasto ovillo (Dactylis glomerata) y festuca (Festuca arundicacea). Se realizaron 5 ensayos para evaluar distintos escenarios de oferta de forraje: ballica vs bromo; ballica vs pasto ovillo, bromo vs pasto ovillo; ballica vs bromo vs festuca; y finalmente, ballica vs bromo vs festuca vs pasto ovillo.
Además de generar información original en el ámbito de las ciencias lecheras, estos ensayos generarán información práctica para los productores lecheros, que permitirá mejorar la toma de decisiones en torno a la elección de especies pratenses a usar en la lechería, considerando que existen forrajes alternativas a la ballica que tienen mejores rendimientos durante los periodos de sequía.
Los resultados aquí presentados, corresponden a un ensayo realizado durante el verano 2020, en el cual se comparó la preferencia de consumo de 4 especies forrajeras: ballica, bromo, festuca y pasto ovillo. Los animales usados fueron vaquillas de pre-encaste, de aproximadamente 330 kg de peso vivo, en las cuales se evaluó la preferencia de consumo, en 3 días no consecutivos.
Se utilizaron las especies forrajeras sembradas en parcelas para fines experimentales (composición botánica en Tabla 1), de los cuales se cosecharon 40 a 50 kilos en fresco de cada especie, en cada día experimental.
Los forrajes recién cosechados, se usaron inmediatamente para la evaluación de preferencia de consumo. Fueron dispuestos en corrales individuales, utilizando comederos adaptados para este tipo de evaluación, con cuatro compartimientos iguales en cada comedero, uno para cada especie forrajera (Figura 1).
Las mediciones fueron realizadas por 3 horas continuas en todos los animales, y repetido en 3 ocasiones en días no consecutivos. En el periodo de medición diaria, 10 vaquillas tuvieron acceso simultáneo y en forma individual, a la misma cantidad de forraje fresco por cada especie evaluada. Durante este periodo se identificó la primera preferencia de consumo de forraje, además del consumo total de cada forraje en el tiempo. Al cabo de las 3 horas de medición diaria, las vaquillas fueron llevadas a potreros aledaños para el pastoreo directo de praderas mejoradas.
Considerando el consumo total de los cuatro forrajes ofrecidos, las vaquillas en promedio consumieron 4,6 kilos de forraje verde y 1,3 de forraje en base materia seca, durante las 3 horas de evaluación. En la Tabla 2 se muestran los promedios de consumo de cada forraje, durante las tres horas de evaluación diaria, en base materia seca (kg) y consumo de forraje fresco.
De las especies evaluadas, el bromo obtuvo las menores preferencias comparados con pasto ovillo y festuca. No obstante, su preferencia de consumo fue comparable a la obtenida por ballica. Posiblemente, el menor consumo de bromo puede deberse al mayor contenido de hojas y material muerto en la composición botánica de este forraje, lo que lo hizo un forraje menos atractivo para el consumo que la festuca y el pasto ovillo. Por lo anterior, es aconsejable usar esta especie con una mayor intensidad y frecuencia de pastoreo, para bajar el contenido de material muerto en la pradera. En cuanto a la festuca, su consumo fue mayor que la ballica cuando se expresa como kilos de materia seca ingerida. En la materia seca se encuentran los nutrientes, por lo que es importante considerar esta unidad de medida.
Otra variable analizada fue la frecuencia con que los animales prefirieron consumir un forraje en su primera elección. En este análisis se determinó que hubo una mayor frecuencia de primera preferencia para el pasto ovillo, y una menor frecuencia de preferencia por la ballica (Figura 2).
Figura 2. Consumo en fresco y en base materia seca de forrajes evaluados en ensayo de palatabilidad en vaquillas. Datos analizados con test binomial.
Estos resultados son interesantes, ya que indican que los animales prefirieron consumir mayor cantidad de forraje de festuca y pasto ovillo, en comparación a bromo y ballica. Además, el pasto ovillo fue un forraje que llamó la atención de los animales, al ser elegido con mayor frecuencia, como primera opción de consumo. Sin embargo, dado el bajo contenido de carbohidratos solubles en el pasto ovillo, pudiera ser un forraje menos atractivo para sembrar desde el punto de vista nutricional.
A pesar que estos son sólo datos preliminares, que deben ser complementados con los otros ensayos de palatabilidad ejecutados, la festuca y el pasto ovillo demuestran ser forrajes palatables en comparación a la ballica y bromo. Esto tiene gran implicancia para los sistemas ganaderos, ya que ovillo y festuca son alternativas de alta producción de forraje en lecherías que se enfrentan a estrés hídrico durante el verano. La menor palatabilidad de la ballica, probablemente está dada por ser la más afectada en verano por el déficit hídrico, lo que produce hojas más duras en comparación con las otras estaciones del año.
Autores: Natalie Urrutia, Med. Vet Ph.D. , Camila Muñoz, Med. Vet Ph.D. Alfredo Torres. Ing. Agr. M Sc. de INIA Remehue.
Fuente: https://www.diariolechero.cl/