En junio, los precios mundiales de los productos alimenticios aumentaron por primera vez desde principios de año, impulsados por un repunte en las cotizaciones de aceites vegetales, azúcar y lácteos. Sin embargo, en los mercados de cereales y carne, la mayoría de los precios permanecieron bajo presión a la baja en medio de las incertidumbres del mercado planteadas por la pandemia de COVID-19.
El índice de precios de alimentos de la FAO , que rastrea los precios internacionales de los productos alimenticios más comercializados, promedió 93.2 puntos en junio, un 2.4 por ciento más que el mes anterior.
A partir de julio de 2020, la cobertura de precios del Índice de precios de los alimentos se ha ampliado y su período base se ha revisado desde 2002-2004 hasta 2014-2016. Para obtener más detalles sobre esta revisión, consulte el artículo publicado en la edición de junio de 2020 de FAO Food Outlook. Un artículo de noviembre de 2013 contiene antecedentes técnicos sobre la construcción previa del Índice.
El índice de precios de aceite vegetal de la FAO ganó 11.3 por ciento en junio, después de disminuir durante cuatro meses consecutivos. El repunte refleja principalmente un fuerte aumento en los precios del aceite de palma debido a la recuperación de la demanda mundial de importaciones, luego de la disminución de los bloqueos relacionados con COVID-19 en varios países, y las preocupaciones sobre posibles retrocesos en la producción en medio de la escasez prolongada de mano de obra migrante. Las cotizaciones de los precios de los aceites de soja, girasol y colza también aumentaron.
El índice de precios del azúcar de la FAO subió un 10,6 por ciento en junio desde el mes anterior. El aumento en los precios del crudo brindó un fuerte apoyo a los mercados de azúcar, alentando a los ingenios azucareros de Brasil a usar más suministros de caña de azúcar para producir etanol en lugar de azúcar, lo que afectó la disponibilidad y los precios de exportación de azúcar.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO aumentó un 4,0 por ciento desde mayo, marcando el primer aumento después de cuatro meses de caídas sucesivas. La renovada demanda de importaciones de suministros puntuales, especialmente de Medio Oriente y Asia Oriental, junto con los suministros que disminuyen estacionalmente en Europa y la disponibilidad limitada de suministros no comprometidos en Oceanía, apuntalaron los recientes aumentos de precios.
El índice de precios de cereales de la FAO disminuyó un 0,6 por ciento desde mayo. La presión a la baja sobre los precios del trigo en junio se debió en parte a las nuevas cosechas en el hemisferio norte y a las mejores perspectivas de producción en varios de los principales países exportadores, incluida la región del Mar Negro.
El índice de precios de la carne de la FAO cayó un 0.6 por ciento desde mayo, un promedio de 6.0 por ciento por debajo de su valor de junio de 2019. Las cotizaciones de los precios de la carne de bovino y las aves de corral cayeron, en gran parte debido a la mayor disponibilidad de exportaciones en las principales regiones productoras, mientras que los precios de la carne de cerdo registraron un pequeño aumento, principalmente en Europa, con la expectativa de una mayor relajación de las restricciones del mercado COVID-19.
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Fuente: http://www.fao.org/
